Los trabajos actuales van desde la autopista General Rumiñahui hasta la calle Gonzalo Pérez Bustamante, en el sur. Cerca a la Granados hay desniveles y cemento en la calzada. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Es la vía más larga de la capital y la que recibe la mayor carga vehicular del Distrito: entre 80 000 y 120 000, dependiendo del tramo. La avenida Simón Bolívar, que atraviesa Quito por el oriente, desde Santa Rosa, en el extremo sur, hasta San Antonio de Pichincha, en el norte, tiene 57 kilómetros de extensión y cruza 25 barrios.
Actualmente, un tramo de 9,3 kilómetros de esta arteria está siendo repavimentado en el sur, lo que genera largas filas de congestión y molestias en algunos conductores.
La intervención arrancó en el cruce con la autopista General Rumiñahui y se extenderá hasta la calle Gonzalo Pérez Bustamante (sector Guajaló), sentido norte-sur. Hasta ahora tiene un 35% de avance.
Los usuarios saben que la repavimentación de este tramo era urgente debido a la cantidad de baches y desniveles, sin embargo, la obra genera disgustos entre los conductores, sobre todo en horas pico. Cruzar desde el sector de la Escuela de Agentes de Tránsito de la AMT hasta La Argelia puede tomar hasta 20 minutos, cuando normalmente no demora más de cinco.
En hora pico, la fila de autos comienza en el acceso a la Loma de Puengasí y se extiende hasta la zona de San José de Monjas. Los vehículos tardan cerca de 15 minutos en pasar esa curva. Los vendedores ambulantes de cueros, papas, cables de teléfonos, aguas, helados, mangueras, franelas, maní, agua de coco y más, sacan provecho del trancón.
La repavimentación de 9,3 km tiene un 35% de avance. Por allí pasan 120 000 autos. Foto: Vicente Costales/ EL COMERCIO
Lida Valle, quien atiende un local del sector, cuenta que en las mañanas los embotellamientos son intensos, los conductores hacen sonar las bocinas y hay quejas, pero advierte que la obra era necesaria. Cuenta que muchas veces, por esquivar los baches, los vehículos se accidentaban.
Irene Montenegro, quien atiende una panadería al filo de la carretera en el barrio Patrimonio Familiar, en sentido sur-norte, también es testigo de la congestión debido a las obras. Según ella, los trabajos han tardado y atribuye las demoras a las continuas lluvias.
Darwin Ortiz, morador de San Martín y usuario diario de la avenida, calificó de aceptable el estado de la arteria. Se preocupó más por los continuos accidentes de tránsito que, comentó, se incrementan en los días de lluvia.
Según Alfredo Viteri, experto en movilidad, como esta es la vía más rápida del Distrito (ya que casi no tiene semáforos), los conductores no respetan el límite de velocidad, que es de 90 kilómetros por hora para autos livianos y 70, para pesados. En esas condiciones, un pequeño bache puede resultar fatal.
Según la Agencia Metropolitana de Tránsito, entre las principales causas por las que ocurren accidentes en esta vía están: exceso de velocidad, no mantener distancia prudente con el vehículo que le antecede, conducir en estado de somnolencia y por agentes externos en la vía, como piedras, escombros, etc. De allí la importancia de la intervención.
Según la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop), se estima que la repavimentación en este tramo concluya en mayo del 2020.
El estado del resto de la vía es bueno, excepto en ciertos lugares puntuales. El primero es a 3 kilómetros, en sentido sur-norte, de La Argelia. Los conductores deben hacer maniobras para esquivar un hueco en media vía. En esa zona hay pequeños baches y desniveles.
Otro trayecto complicado está por la calle Juan Bautista Aguirre donde, debido al estado de la vía, los autos vibran.
También cerca de la intersección con la Granados hay cemento regado en un carril de la vía, lo que genera molestias. En el sector de Nayón, y entre el puente de Gualo y El Inca, hay inconvenientes por rebacheos anteriores que dejan ligeras depresiones.
En el último tramo de la vía, de Carapungo a la Mitad del Mundo, la calzada no tiene problemas.
Según el Municipio, se decidió intervenir en la zona sur tomando en cuenta ciertos parámetros, como desgaste actual de la calzada y volumen de usuarios. Según la Epmmop, una vez finalizada esa fase, no se tiene planeado repavimentar otro tramo de esta vía.
El gerente de Obras Públicas de la entidad, Fernando Pazmiño, informó ayer que el plan de repavimentación intensiva que lleva a cabo el Municipio tiene un avance de 90 km de los 150 planificados para esta primera fase. Es decir, un 60%. En total, 61 vías están concluidas: 31 en el sur de Quito, 21 en el norte y nueve en el centro.
Paralelamente, hay 21 vías en ejecución, entre ellas, las avenidas Gonzalo Pérez Bustamante, la Maldonado, Real Audiencia, 6 de Diciembre, Quitumbe Ñan, entre otras.
En la 6 de Diciembre la obra tiene un avance del 65%, y en la 19 de Diciembre, en Nayón, un 30%. La siguiente etapa de repavimentación estará enfocada en las calles de los barrios que hacen conexión con las vías principales intervenidas.