El “remolino de viento” que se registró la tarde de ayer, 23 de septiembre, en el valle de Tumbaco es un evento impredecible, aseguró Lincoln Cevallos técnico del Instituto Nacional de Metereología e Hidrología (Inamhi).
Las condiciones que se presentaron para que suceda este evento climatológico son varias. Entre ellas se encuentran el calentamiento, la humedad y la evaporación acelerada en el ambiente.
Cevallos indica que estos elementos aportan al “desarrollo rápido” de nubosidades verticales o cumulonimbos. Estima que el remolino de viento alcanzó una altura entre 12 a 14 kilómetros, ayer.
El Inamhi aclara que el fenómeno no es un tornado o huracán y no descarta la posibilidad de que pueda volver a suceder. De hecho, el técnico meteorológico indicó que un evento parecido se registró hace dos años en el sur de Quito.
La zona del callejón interandino sería una de las más propensas para que se forme otro remolino.
Los equipos técnicos para el monitoreo meteorológico arrojan datos sobre las condiciones de los cumulonimbos y el clima en general, lo que permite hacer proyecciones sobre posibles lluvias, chubascos o cielos despejados. Pero no son todavía capaces de predecir posibles remolinos, huracanes o ornados.
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, informó que producto de este evento se reportaron daños en 39 viviendas. También se activó el Fondo de Emergencia para brindar ayuda a las familias afectadas.