Imagen referencial. Un remolino de fuego formado por el cruce de vientos envolvió a seis bomberos que combatían un incendio forestal. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO.
Entrada la tarde del lunes 7 de septiembre, un remolino de fuego formado por el cruce de vientos envolvió a seis bomberos que combatían el incendio forestal en Puembo, al oriente de Quito.
Las llamas, que hasta este momento siguen activas (17:00 del miércoles 9), crecían con la fuerza del viento y causaron un tragedia: dos fallecidos (Jonathan Paúl Dionicio Vásquez y Jonathan David Nacimba Amba) y cuatro heridos (dos de ellos están con pronóstico reservado y los otros dos, estables).
Christian Rivera, del Comité de Operaciones de Emergencia (COE), contó que fue atrapado por un remolino de fuego, junto con el capitán José Zapata, del Cuerpo de Bomberos Quito, pero afortunadamente logró salir de él.
En un segundo remolino, Zapata ya no pudo huir de un segundo remolino. En ese momento, cinco de sus compañeros tampoco lo pudieron hacer. El fuego los envolvió a todos y les causó mucho daño.
Marco Quinotoa, de la Unidad Forestal del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano, da fe de la peligrosidad de aquellos remolinos que se origina por el cambio térmico, por el cruce de vientos contrarios.
Pero no es el único escenario que puede originarse en medio del combate de un incendio forestal. El Teniente dijo hoy, 9 de septiembre, a EL COMERCIO que igual de letales son los tornados y las explosiones de fuego.
De ahí que, en los cursos que tienen los bomberos siempre se enseñan los cuidados que deben tener en el terreno. Allí deben aplicar las técnicas y las tácticas en el combate de los incendios forestales.
Los tornados son igual de peligrosos y muy frecuente en los incendios forestales de gran magnitud, son igual a los de polvo y se dan cuando existe demasiado calor en la zona y con la velocidad del viento se producen unos churos (tornados), justo cuando se juntan las llamas y el viento incesante.
También existen las explosiones de fuego, pero -según Quinotoa- afortunadamente en el país no se reportan. Y ¿cómo se originan? Por lo general se dan cuando el fuego está enroscado en medio de dos quebradas y en su parte baja se llena de calor, pero el momento que ingresa una gran cantidad e frió o viento se rompe ese cinturón térmico y el calor acumulado sale con violencia.
Los bomberos, comentó el teniente Quinotoa, deben tener en cuenta estos escenarios ya que todo incendio forestal es riesgoso, más cuando no ayuda la topografía del terreno (lleno de pendientes) y las condiciones climáticas (vientos excesivos).
También saben, incluso los bomberos más experimentados, que pueden entrar a combatir un incendio forestal, pero no saben si saldrán con bien de entre las llamas, concluye Quinotoa.