Seis meses tardará proceso de remate de Estación La Y, en Quito

La antigua estación norte del Trole tiene un área de 31 700 m²; en ese espacio el Cabildo estudia cambiar el tipo de uso de suelo para el desarrollo de proyectos inmobiliarios. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La antigua estación norte del Trole tiene un área de 31 700 m²; en ese espacio el Cabildo estudia cambiar el tipo de uso de suelo para el desarrollo de proyectos inmobiliarios. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

La antigua estación norte del Trole tiene un área de 31 700 m²; en ese espacio el Cabildo estudia cambiar el tipo de uso de suelo para el desarrollo de proyectos inmobiliarios. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Este lunes, 2 de julio del 2018, se cumple un mes y un día desde que la Estación La Y del Trolebús cerró sus puertas. El Municipio decidió que ese predio será rematado y reformará una Ordenanza que establecerá las condiciones del desarrollo inmobiliario en ese espacio de 31 700 m².

Por la avenida 10 de Agosto y las calles Río Cofanes y Falconí (inmediaciones de la estación) ya no camina la misma cantidad de gente que un mes atrás.
A la exestación La Y llegaban, en promedio, 30 000 personas por día. Ahora, incluso una mayor cantidad de gente va a El Labrador, donde está la nueva parada norte del Trole.

Durante este primer mes, la Secretaría de Territorio, Hábitat y Vivienda definió una hoja de ruta para el remate de la exestación. Esto, con el objetivo de que la subasta no se dé como predio sino como un proyecto urbanístico.

Para esto, según Jacobo Herdoíza, secretario de Territorio, Hábitat y Vivienda, es necesario reformar la Ordenanza Metropolitana 428, que rige la reutilización de los terrenos de la estación del Trolebús.

Los cambios incorporarían condiciones para favorecer al desplazamiento de los peatones, establecerá el tamaño de los lotes para evitar grandes edificaciones que segmenten las avs. Juan de Azcaray y 10 de Agosto, y preverá la habilitación de espacios públicos para fomentar el uso de transporte público mediante la estación Jipijapa, del Metro de Quito.

Los cambios para esa Ordenanza estarán listos en dos meses, según Herdoíza. Una vez que se cuente con la aprobación de las reformas, se dará paso al proceso de remate del predio bajo la figura de proyecto urbanístico. Todo este proceso tardará seis meses.

El Secretario de Territorio dijo que el fin del remate del terreno no es recaudatorio. El objetivo es venderlo para que sea el sector privado el que invierta en el desarrollo de un proyecto inmobiliario.

En este caso, la base para ofertar en ese remate será que en el predio se desarrolle un proyecto que incluya vivienda, comercio, oficinas y servicios. Para esto también será necesaria otra reforma en la Ordenanza Metropolitana 428.

Los requisitos para las construcciones en ese espacio, según Herdoíza, serán la ecoefi­ciencia, uso mixto del suelo (vivienda, comercio, cultura, oficinas) y que priorice el paso peatonal y el uso de bicicletas.

Esta idea para el área de la ex­estación será un modelo de desarrollo que tiene como eje el transporte. Esto porque, según Herdoíza, su ubicación está en el área de influencia de una de las estaciones del Metro.

Para el urbanista Hernán Orbea, que el Municipio establezca la ecoeficiencia y el uso mixto como requisitos es una ventaja. Sin embargo, cree que no es lo más recomendable que remate el predio y deje de intervenir en el proyecto.

Orbea dijo que el Cabildo debería encabezar ese nuevo modelo de uso en una zona que es considerada una centralidad, tiene trama vial y hay bastante infraestructura pública.

Este urbanista también señaló que una alternativa sería el no sujetar la venta del inmueble solo a una oferta económica. Para él, el Municipio debería convocar a un concurso en donde califique una propuesta que incluya lo económico, técnico y ecológico.

Por ejemplo, una de las opciones que plantea Orbea es que no solo haya una diversidad en el uso del suelo sino también una mixtura en los grupos sociales que ocupen ese espacio. Una alternativa es la vivienda de interés público. “Esto podría aportar a superar factores culturales que se relacionan con la inequidad”, dijo.

Para Pablo Moreira, presidente del Colegio de Arquitectos de Pichincha, lo que se debe tomar en cuenta es que es un suelo público. Más allá de entregarlo en manos privadas -dijo Moreira- el Municipio debe garantizar que haya espacios públicos. “No puede convertirse en un espacio de segregación social ni pueden privatizarse todos los espacios”, comentó.

Herdoíza dijo que el proceso de remate consistirá en buscar la mejor oferta económica. Esto, siempre y cuando el proyecto incluya las bases de la nueva Ordenanza, que rige de manera especial esos terrenos.

La Estación La Y del Sistema Trolebús entró en funcionamiento en 1996. Desde allí salían 11 rutas alimentadoras. Las operaciones se trasladaron a El Labrador el 1 de junio pasado.

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