El relleno del socavón finalizó en Zaruma, en El Oro

Foto: Cortesía Ministerio del Interior

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La obra de remediación estuvo a cargo del Instituto Nacional de Investigación Geológico Minero Metalúrgico (Inigemm), que colocó 7 500 metros cúbicos de material de roca en el cono de colapso. Foto: Cortesía Ministerio del Interior

Un año después de su aparición concluyó el relleno técnico del socavón que terminó con el derrocamiento de una centenaria escuela en el cantón Zaruma, en El Oro. La obra de remediación estuvo a cargo del Instituto Nacional de Investigación Geológico Minero Metalúrgico (Inigemm), que colocó 7 500 metros cúbicos de material de roca en el cono de colapso. La etapa final fue la compactación del terreno y terminó la semana anterior.

El socavón comenzó a formarse el 25 de octubre del 2016, debajo de una de las aulas de la escuela La Inmaculada Fe y Alegría. El 2 de enero del 2017 colapsaron algunos salones y 19 de febrero el panorama se agravó. Los estudios indicaron que el daño fue causado por trabajos de minería ilegal.

Las tareas de remediación comenzaron en marzo. Según el Inigemm, los trabajos tuvieron un costo de USD 393 610 y la fiscalización otros USD 19 546. El proyecto consistió en la fortificación de las paredes de la zona de colapso, con la construcción de 13 pilares con profundidades de hasta 20 metros para brindar firmeza a la zona. Luego fundieron una losa de cemento en la base del cono.

A mediados de septiembre del 2017 el presidente Lenín Moreno decretó el estado de excepción en Zaruma y Portovelo, para trabajar en la remediación. Pocos días después, el comité a cargo de la intervención dispuso la demolición total de la escuela La Inmaculada, por prevención. Después de la limpieza de los escombros continuó el relleno del socavón.

Otra de las medidas fue la revisión de 958 hectáreas, que incluían 44 áreas mineras. Las actividades de extracción fueron paralizadas hasta verificar que no tengan conexión con la zona de exclusión minera, bajo el casco urbano de Zaruma, y donde se han generado hundimientos. Esta disposición continúa generando protestas entre los mineros.

Hace pocas semanas, las autoridades ordenaron la reapertura de 15 concesiones, tras comprobar que su actividad no influye en la zona de exclusión. Y se les dio un plazo de 90 días para regularizar sus permisos ante el Ministerio del Ambiente, la Secretaría Nacional del Agua y la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom).

El resto de áreas incluidas dentro del estado de excepción están sujetas a una valoración técnica interinstitucional para determinar las incidencias que tienen en la zona de exclusión de Zaruma, según informó Arcom en un comunicado.

Para frenar las internaciones ilegales, la agencia realiza labores de taponamiento controlado en puntos clave. Consisten en el colapso de túneles que conectan con ciertas labores mineras y que podrían servir como atajo para mineros ilegales. También hacen detonaciones en los ingresos.

Los taponamientos internos se realizan bajo estudios geológicos y permiten hacer colapsos de hasta 60 metros, con muros de hormigón intercalados, según la topografía del terreno. Los técnicos a cargo de este trabajo cuentan con el resguardo de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas.

A fines de octubre, el presidente Moreno emitió otro decreto. Este dio paso a la creación de un Comité para la Remediación, Recuperación y Fomento Productivo del área minera de Portovelo-Zaruma.

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