Varios funcionarios y ex funcionarios de Gobierno han sido mencionados últimamente como relacionados con las FARC en una u otra forma.
Este asunto que ya está siendo “muy conversado” ha sido objeto de acusaciones, lucubraciones, suposiciones, etc., que han dado lugar a declaraciones y defensas y lo que es apenas lógico, los ciudadanos mencionados lo menos que pueden hacer es negar todo vínculo con la guerrilla colombiana.
Si no se han involucrado y se les acusa falsamente, tienen que negarlo enfáticamente.
Los que sí se han involucrado, también lo menos que pueden hacer es negarlo enfáticamente, pues obviamente no van a reconocer públicamente su culpabilidad.
Lo cierto es que “todos son inocentes”, nadie ha estado involucrado con esa organización, todos se sienten injusta y falsamente acusados, nada se obtiene en claro y esto va para largo en camino de caer en el olvido.
Lo único que talvez podría dilucidar este asunto es una investigación a fondo practicada por una comisión integrada por personas “independientes”, honestas y libres de todo compromiso que “todavía” existen en este país, no relacionadas directa o indirectamente con los supuestamente involucrados, a fin de que lleguen a un veredicto imparcial, se llegue a saber la verdad de las cosas y se dé por terminado este engorroso asunto que mantiene en expectativa a toda la ciudadanía.