El presidente Barack Obama llamó ayer, en Wall Street, a regular mejor el sistema financiero en EE.UU. para evitar otra crisis. Además, pidió a los demás países del G20 seguir el mismo camino.
“Es fundamental reformar lo que no funciona en el sistema financiero mundial, un sistema que vincula entre sí a las economías y que propaga tanto beneficios como riesgos”.
Al cumplirse un año de la crisis financiera, Obama pronunció un discurso en el Federal
Hall, un edificio histórico donde sesionó por primera vez el Congreso de EE.UU. El Presidente aprovechó la oportunidad para hacer un balance de la incipiente recuperación de la economía estadounidense e impulsar medidas que eviten volver a quedar al borde del precipicio.
Obama pidió al Congreso adoptar reglas financieras más estrictas que impidan caer en los excesos del pasado. Advirtió al mundo de las finanzas que “no regresaremos a la época de los comportamientos desconsiderados y los excesos descontrolados que constituyeron el corazón de la crisis”. Y pidió un esfuerzo a los financistas.
“Desgraciadamente, algunos en la industria financiera se equivocan al leer lo que sucede actualmente e ignoran las lecciones de la crisis. Hubo una falla colectiva de responsabilidad en Washington, en Wall Street, y en todo EE.UU. que condujo al casi colapso de nuestro sistema financiero hace un año”.
El mercado se mostró insensible a las declaraciones del Mandatario: “Wall Street reconoce, en general, que la regulación debe ser reforzada, se deben evitar los pasos en falso de los últimos años”, explicó el analista Peter Cardillo, de Avalon Partners. “La pregunta es: ¿qué organismo regulatorio será instalado?”.
Hace un año, tras el colapso del sistema bancario hipotecario estadounidense, el banco de inversiones Lehman Brothers colapsaba, seguido por Merrill Lynch, AIG, Wachovia.