Redacción Sierra Norte
Esteban Ruiz, con un títere en la mano, y Rubén Espinosa, disfrazado de payaso, hacen reír en el coliseo Luis Leoro Franco, de Ibarra. Allí, cientos de niños, acompañados de sus padres, quienes participan en el censo ampliado de colombianos con necesidad de protección internacional, ríen alegremente.
“Por lo menos los pelados se divierten”, comenta Clara Inés. La mujer, nacida en Risaralda, vive hace tres años en Ecuador.
Ayer esperaba recibir la visa de refugiada. Confía en que ese documento le permita trabajar en un taller de costura de Atuntaqui. Tres hijos a cargo y el recuerdo de su esposo asesinado en Colombia, le impulsan a seguir.
Los artistas, miembros del grupo Zumbambico, no dejan de contagiar de alegría a los pequeños. Desde las gradas del coliseo, los niños aplauden y ríen animadamente, mientras el Registro Ampliado de ciudadanos colombianos, impulsado por la Cancillería y Acnur, continúa.
50 funcionarios de la Cancillería recolectan información, entrevistan y tramitan los documentos de los solicitantes de refugio. A diferencia del proceso regular, que demora un mes, aquí se tramita la Visa 12-IV en un día.
La campaña durará en Ibarra hasta el 31 de marzo. “Estamos atendiendo 100 casos, de lunes a sábado. Entregamos 2 000 turnos el primer día”, comenta Sebastián Serrano, coordinador del Registro Ampliado.
La Asociación de Refugiados en Ibarra calcula que en este cantón hay 10 000 colombianos en situación irregular. Es por eso que considera que la campaña no solucionará sus problemas.
El tema preocupa tomando en cuenta que Acnur calcula que hay 135 000 colombianos con necesidad de refugio en el país.