Redacción Cuenca
Las viejas escenas de gente durmiendo en los exteriores de las oficinas de l Registro Civil del Azuay, noche tras noche, se repiten desde hace 11 días. El objetivo es obtener la cédula de identidad.
Esto ocurre luego del anuncio de que a partir del 15 de este mes los estudiantes, personas con discapacidad y de la Tercera Edad pagarán los pasajes de bus urbano únicamente con la tarjeta Urbania. Con ese documento, se beneficiarán de la tarifa especial (USD 0,12). Para el resto de usuarios es de USD 0,25.
Además, los padres de familia denunciaron que los establecimientos educativos exigen la cédula a los niños y jóvenes, para la matricular en las escuelas y colegios de la ciudad.
La fila para obtener el documento es extensa. La demanda, con relación a dos semanas atrás, se duplicó. Así lo reconoce Mario Albán, director del Registro Civil en Azuay.
Él asegura que diariamente se emiten unas 450 cédulas. De este número, unas 200 son para niños que necesitan el documento para tener su tarjeta Urbania.
En las afueras del Registro Civil, en el parque Luis Cordero, unas 500 personas hacían fila ayer. Hay quienes llegan a las 22:00 del día anterior y duermen en las aceras. Van con frazadas. Otros lo hacer en la madrugada, para recibir los primeros turnos que se reparten.
Blanca Cordero, madre de Luis y Elizabeth Vizñay, de cinco y siete años, llegó a las 06:00.
Su esposo, Antonio Vizñay, pasó desde las 22:00 del día anterior, para que sus hijos sean los primeros en obtener la cédula.
Al fin, logró que los menores se beneficien de los cinco primeros turnos. “De aquí me voy a sacar la tarjeta para el bus. La mala noche importa poco si se piensa en reducir gastos”.
Según Albán, la cédula no debería ser un documento indispensable para obtener la tarjeta Urbania.Para él, con la partida de nacimiento es suficiente.
En los alrededores del Registro Civil también proliferaron las ventas ambulantes de comida, discos y ropa.