Redacción Política
De los episodios más oscuros del último período democrático fueron los apagones que soportó el Ecuador por la crisis energética de 1992, 1993 y 1995. Sus secuelas se sintieron en el aparato productivo nacional y en la vida misma de los ciudadanos que tuvieron que ajustar sus costumbres a prolongadas jornadas sin luz.
14 años después, la crisis energética ha regresado al país. Y sus molestas consecuencias golpearon las puertas de un Presidente que se propuso enterrar “la larga y triste noche neoliberal”.
El problema puede ser muy grave y largo, varios meses, así que le pido al pueblo unidad.
Rafael Correa
Presidente de la RepúblicaSin embargo, los casi 34 meses de Rafael Correa en el poder han sido insuficientes para que su Gobierno haya reaccionado con agilidad frente a esta coyuntura. A más de los impactos económicos, los apagones han creado descontento en los ciudadanos.
Si algo ha caracterizado su mandato es la oportuna y persistente estrategia de difusión y publicidad oficial. Correa es un político que sabe comunicar.
Pero esas cualidades no fueron aprovechadas ante la inminencia de los recientes apagones. El ministro de Electricidad, Esteban Albornoz, en la rueda de prensa del miércoles 4, se mostró preocupado por el estiaje y la disminución de la cota mínima en la central de Paute. Pese a lo dramático de las cifras, no habló del inicio oficial de los recortes de energía. No obstante, estos empezaron la mañana del jueves, sin que la ciudadanía los previera.
Albornoz y el presidente Correa ofrecieron disculpas por haber tomado una decisión sin anunciarla. Ellos justificaron este hecho, porque esperaban que las lluvias llegaran. Es decir, que en cuestión de horas cambiara la tendencia de un largo verano, evidente desde fines de septiembre.
Albornoz supo el 15 de octubre que el estiaje en el país era crítico. En declaraciones a este Diario, aseguró que las estadísticas históricas indicaban, para esa fecha, la ausencia anormal de lluvias. Con ese balance, al interior del Frente Energético se insistía aún que la situación estaba bajo control.
Pensamos que iba a llover el 3 y el 4, pero las nubes que debían llegar al Paute se desviaron.
Esteban Albornoz
Ministro de ElectricidadEsto a pesar de que a inicios de ese mes Colombia, por problemas de estiaje, redujo el suministro de energía a Ecuador en 500 megavatios. En septiembre pasado, de ese país se importaron 150,52 gigavatios, según el experto Ricardo Buitrón, quien cita el boletín del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
Albornoz dice que la primera alerta surgió a mediados de octubre, pero Buitrón, en su análisis, asegura que el 5 de ese mes la demanda de energía alcanzó 2 667 megavatios y la capacidad real de suministrarla fue de 2 788.
El presidente Correa se fue a la gira por Europa de 10 días, el 23 de octubre, conociendo de los problemas eléctricos. Empero, afirma Albornoz, se le dijo que el problema estaba bajo control.
“Lo grave se suscitó el 3 y 4 de noviembre, cuando el caudal en Paute fue de menos 10 metros cúbicos por segundo. Iba a llover, pero las nubes que debían llegar al Paute se desviaron”.
Para estos cálculos climáticos, el Gobierno toma como referencia al Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), cuyos equipos y centrales de monitoreo no se han modernizado. Eso lo admite el propio Ministro.
A pesar de todas estas alertas, a los ciudadanos no se les comunicó esta realidad con antelación.
Albornoz asegura que a partir del 16 de octubre se relanzó una campaña publicitaria de ahorro de energía. Fue una medida marginal, pues entre enero y agosto de 2009, de las 12 grandes campañas mediáticas que ha emprendido el Gobierno (donde se gastaron USD 3,6 millones) no se ha diseñado una plan contundente que oriente el ahorro de energía.
Una fuente de la Secretaría de Comunicación dijo que los anuncios esporádicos que han tomado fuerza en la última semana no están orquestados dentro de las grandes campañas de publicidad que se diseñaron para este año.
Esta falencia informativa se evidencia en el quinto párrafo del ‘Considerando’ inicial del decreto 124, que declara la emergencia eléctrica. Allí se asegura que “a pesar de los llamados a la ciudadanía… para el uso eficiente y ahorro de la energía… no se han obtenido los resultados esperados”.
Nada de esto comunicó el presidente Correa en su cadena del sábado. Pese a la gravedad de la crisis y a que el propio Mandatario aseguró el viernes que esta podía “ir para largo”, usó este espacio para dar detalles pormenorizados y anecdóticos de su gira por Londres y Moscú y no orientar a la ciudadanía sobre cómo sortear estas semanas de apagones o aprovechar el uso de energía. Tampoco para informar del diseño de un calendario con horarios preestablecidos que organicen mejor los cortes de luz.
Correa dijo que en tres años no se puede solucionar 30 de inacción. Y si bien habló de los planes que a largo plazo impulsa su Gobierno en infraestructura eléctrica, obvió el fracasó que significó la alianza con Enarsa, la empresa estatal insolvente de Argentina, para la construcción de la central Coca-Codo Sinclair.