Redacción Deportes
El asesinato de un hincha de El Nacional por una barra de Liga de Quito, unido a la ‘visita’ que realizó la Sur Oscura al entrenamiento de Barcelona, son para algunos la prueba de que las barras ecuatorianas están, finalmente, argentinizadas. ¿Lo ve así?
No. Esos hechos son una voz de alerta, pero Ecuador aún está lejos de exhibir el modelo argentino de barras bravas, cuya existencia se basa en tres ejes básicos: dinero, poder y tráfico de drogas. Eso sí, esta muerte puede responder a algo más que a la famosa descomposición social o al calor del partido, que puede ser una lucha interna en la barra.
¿Por qué?
Porque, dentro de una organización de este tipo, quien es capaz de matar capta más poder dentro del grupo. Todos sus integrantes deben saber quién fue el autor y de lo que es capaz.
¿Por qué está aquí?
Su trayectoria. Nacido en 1971, aprovechó su maestría en Buenos Aires para seguir detenidamente a La 12, la barra brava de Boca Juniors. Presenció 80 cotejos y escribió un estudio sobre la violencia en el fútbol.
Su punto de vista. Considera que una barra brava tiene tres ejes: poder, dinero y droga.
¿Está en juego el control de la droga?
Bueno, no es un secreto que la marihuana circula libremente en algunas barras ni que algunos barristas ingresan al estadio ya intoxicados.
Usted siguió durante 80 cotejos a La 12, la barra brava de Boca Juniors en Buenos Aires, cuya especialidad es la emboscada. Eso es una peligrosa coincidencia con lo acontecido con el hincha de El Nacional…
Así es. En efecto, la barra brava de América de Cali se asesoró por La 12 en la técnica de la emboscada. Pero las barras en Argentina son mucho más tecnificadas. Su control del estadio es total, debido a que, para empezar, los integrantes de La 12 cuentan con un sistema de comunicación muy eficiente, por medio de celulares y de ‘handie’. Además, la barra tiene gente que chequea quién canta y quién desentona con el comportamiento del resto, y también sabe qué ocurre varias cuadras a la redonda.
¿El control del tráfico de droga en el estadio es una fuente de ingresos para La 12?
Sí, pero no el único. Los jefes de esa barra han construido una compleja red que rebasa al comercio de estupefacientes. También manejan la venta de entradas, regaladas de parte de los directivos del club, y reciben aportes de los jugadores, a quienes ‘invitan’ a sus actos sociales. Además, controlan el barrio del estadio (La Boca) e incluso se han relacionado con políticos, quienes se benefician del apoyo de la barra en tiempos de elecciones.
¿Y las autoridades?
Los controles son mucho más rígidos que en Ecuador. Por ejemplo, cada cámara de vigilancia en un estadio tiene un fiscal que, apenas mira un incidente, ordena a la Policía actuar. Además, después del cotejo, La 12 recorre 30 cuadras escoltada por la Policía antimotines y un helicóptero, sin permitir que nadie se desvíe. Pero, en cambio, no hay policías en la bandeja en la cual la cúpula de La 12 se ubica, y a veces hay ‘zonas liberadas’, es decir, calles que la autoridad no vigila previo acuerdo con los barristas, quienes aprovechan para cometer asaltos.
¿Por qué Argentina se dejó confiscar el fútbol con tanta facilidad?
Porque la red es tan extensa y abarca tantos intereses, que se volvió una forma de vida. Las autoridades son cómplices. El argentino ya sabe cómo moverse en ese ambiente. El extranjero despistado termina sin zapatos y con un gran susto.
En Ecuador, pese a todo, aún se puede disfrutar de un partido en relativa paz…
Aquí todavía pueden ir al estadio dos hermanos, cada uno con una camiseta diferente, y disfrutar del cotejo. En Argentina, en cambio, es sumamente peligroso caminar con la camiseta de tu equipo. Es necesario, por seguridad, llevar un saco para cubrirse a la salida del estadio.
En todo caso, es bueno saber que las barras de Ecuador no tienen tanta fuerza ni influencia. Lo máximo que algunas consiguen con su presión es entradas gratis…
¡Ese es el primer gran error!
¿Regalar entradas?
Claro, es que es la primera oportunidad que tienen los barristas de hacer negocio y de manejar un espacio de poder. Lo mismo pasa con ponerles el transporte para que apoyen al equipo en otras ciudades. Son beneficios que no tienen otros y que, cuando se cortan, generan que los barristas se pongan en contra de los dirigentes.