La avenida Panamericana Norte se mantendrá cerrada mientras duren los trabajos de estabilización de los taludes. Foto: Alfredo Lagla/ EL COMERCIO
Desde el pasado martes, 12 de agosto, la vía entre Guayllabamba y Oyacoto es la que más afectación ha presentado a causa de los sismos y las réplicas registradas. Los temblores han ocasionado que existan deslizamientos de tierra en varios tramos de la vía.
Es por eso que el Ministerio de Transporte tomó la decisión de cerrarla por lo menos seis meses para poder realizar trabajos de estabilización de taludes y el control de fisuras. Todo esto con el fin de precautelar la seguridad de quienes transitan por allí.
Fabricio Yépez, ingeniero y catedrático de la USFQ, comenta que en esta zona la carretera consta de materiales muy parecidos a los que hay en la vía Calacalí – La Independencia que son antiguos y de muy fácil erosión, ya sea con viento o agua.
Según su criterio, al construir una carretera se debe tener en cuenta la variable de riesgo que ayuda a medir las amenazas que se pueden presentar. Para Yépez, el plazo fijado para la recuperación de la vía, sus taludes y rasantes es correcto, con trabajos continuos. Hay que tomar en cuenta la extensión de los taludes, que son de gran magnitud.
Para Otto Maldonado, ingeniero estructural, se debe realizar un estudio geológico para determinar la mejor alternativa en cuanto a las soluciones que se deben dar a la estabilización de los taludes de la vía.
Entre las opciones se pueden utilizar concreto lanzado, que ya ha sido usado en la vía Simón Bolívar, o geomallas y geotextiles, usadas en la vía hacia el aeropuerto de Tababela. Estas últimas son más amigables con el medioambiente, ya que permiten el crecimiento de follaje. Según el ingeniero, durante el tiempo de cierre se deben atender los puntos más críticos de la vía.
Yépez comenta que desde hace pocos años la visión era solo hacer la carretera, pero que ahora se deben cumplir normas de seguridad que eviten ‘remendar los errores’ después de que sucede algún problema, como el que ahora vive la capital.
Una de las técnicas actuales para esta clase de trabajos es la hidrosiembra. Esta consiste en lanzar en los sitios semillas con unos geles nutritivos para que crezca vegetación, y está ayude a compactar estos suelos; a que no sean tan sueltos.