La reforma tributaria, sin ajustes de fondo

En septiembre concluyeron los diálogos con el Ejecutivo. Según los empresarios, se acogieron pocas propuestas. Foto: Archivo/EL COMERCIO

En septiembre concluyeron los diálogos con el Ejecutivo. Según los empresarios, se acogieron pocas propuestas. Foto: Archivo/EL COMERCIO

En septiembre concluyeron los diálogos con el Ejecutivo. Según los empresarios, se acogieron pocas propuestas. Foto: Archivo/EL COMERCIO

La reforma tributaria, en la que trabajaba hasta ayer, 30 de octubre de 2017, el frente económico, sufrirá algunos cambios, aunque no serán de fondo. Según el ministro de Finanzas, Carlos de la Torre, está previsto que el documento se entregue en la Asamblea para su debate este miércoles 1 de noviembre.

De la Torre dijo, ayer, que todavía se pule el documento para analizar qué propuestas de las que realizó el 26 de octubre el sector privado se pueden incluir en la reforma. Además, adelantó que en el proyecto no se incluirán, debido al poco tiempo, los incentivos a la repa­triación de capitales, que anunció Lenín Moreno entre las medidas económicas, el 11 octubre pasado.

Los voceros de grandes empresas presentaron, el jueves 26, ocho contrapropuestas para evitar un incremento de tri­butos, de aranceles y una nueva tasa de control aduanero a las importaciones.

Uno de esos planteamientos es una amnistía tributaria por una sola vez en cuatro años, dijo Iván Ontaneda, presidente de la Federación de Exportadores (Fedexpor). Otra iniciativa fue mediar para que un segmento económico que tiene deudas con el SRI pague esos valores. “Son unos USD 2 000 millones por este concepto”, dijo Patricio Alarcón, presidente de la Federación de Cámaras de Comercio.

Las medidas generarán ingresos para reemplazar los USD 900 millones que se busca con las medidas para castigar las importaciones.

Para estos gremios, de no aceptarse las propuestas, las medidas anunciadas por el Régimen golpearán a un segmento que es el más grande generador de empleos formales.

“Planteamos nuestra preocupación de que esta tasa afecte incluso los acuerdos comerciales vigentes de comercio exterior”, dijo Ontaneda.

No obstante, De la Torre adelantó que no se tomará en cuenta nada relacionado a amnistía tributaria. Y que analizaba “qué más se podía hacer en cuanto a incentivos”.

Los gremios que representan a pequeñas y medianas empresas ratificaron su apoyo al alza de aranceles y a la imposición de una tasa de control aduanero, porque consideran que son mecanismos que protegen a la industria local.

El Gobierno puso como techo USD 300 000 de ingresos para la exoneración del anticipo, pero se pidió que el tope sea USD 1 millón, dijo Christian Cisneros, director de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha.

Sobre los pedidos de los empresarios, el director del SRI, Leonardo Orlando, indicó ayer que “básicamente se está analizando quizás acelerar más la devolución del anticipo del impuesto a la renta”.

Importar será más caro 

El Gobierno busca implementar medidas para proteger la industria nacional, pues según datos del Servicio Nacional de Aduanas (Senae), el 70% de lo que se importa al país es mercancía subvalorada.

Se implementará por la vía administrativa -es decir, no a través de un proyecto de reforma tributaria- una tasa de 10 centavos para las importaciones. Aún no se ha detallado qué unidad de medida se usará.

Además, se llevará al techo máximo permitido por la Organización Mundial de Comercio los aranceles de 375 productos importados. Esto tampoco requiere de una reforma legal, sino solo de una resolución del Comité de Comercio Exterior.

Cambios al Impuesto a la renta

El Gobierno anunció que la reforma tributaria incluirá el aumento del impuesto a la renta (IR) del 22 al 25%, como lo fue hasta el 2010. Este incremento no aplica para las micro y pequeñas empresas.

El sector privado había pedido al Gobierno en el Consejo Consultivo que se elimine el pago del anticipo del IR, pero el Gobierno únicamente incluyó que se devuelva el anticipo a las empresas que facturen más de USD 300 000.

El Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) no se elimina, sino que se les devolverá solo a empresas que garanticen el ingreso de divisas, como exportadoras, con un mecanismo similar a la devolución del IVA.

Incentivos a los más pequeños

La reforma plantea además beneficios que se enfocan en las empresas más pequeñas. Por ejemplo, se exonera del pago del anticipo del pago del IR a las empresas cuyas ventas no superen los USD 300 000.

Este beneficio llega a las microempresas y solo a una parte de las empresas pequeñas. Esto, debido a que según la Superintendencia de Compañías, se considera empresa pequeña a aquellas que facturan entre USD 100 000 y USD 1 millón.

Además, las microempresas nuevas no pagarán IR durante sus dos primeros años y las microempresas ya establecidas de­jarán de pagar el IR por sus primeros USD 11 000 de utilidad.

Ajuste al dinero electrónico

En agosto pasado, y tras una reunión con la banca, el presidente Moreno aceptó la propuesta de que el Banco Central dejará de manejar el dinero electrónico. El sistema pasará a manos de la banca privada, pública y las cooperativas. La decisión fue incluida entre las medidas del programa económico anunciado el 11 de octubre. Con esto, el Gobierno busca reducir el uso de efectivo en USD 800 millones al año.

Para que esto sea posible, será necesaria una reforma al Código Orgánico Monetario y Financiero del Ecuador, pues el artículo 94 del cuerpo legal indica que el Banco Central es la única entidad autorizada para manejar el sistema.

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