Recorte al presupuesto de Educación es de al menos USD 900 millones

Vinicio Baquero llegó al cargo de Viceministro de Gestión Educativa a finales de junio del 2019. Foto: Twitter Ministerio de Educación

El jueves 28 de mayo del 2020, Vinicio Baquero renunció al cargo de Viceministro de Gestión Educativa, al que llegó con la ministra Monserrat Creamer, en julio del 2019. En su carta de despedida señala: “sin recursos, el discurso de una educación de calidad e inclusiva no pasa de ser un agregado de pensamientos utópicos y palabras vanas”. Se refiere a la reducción presupuestaria, justificada en estos meses por la crisis económica provocada por la pandemia del covid-19. Pero ya en noviembre del 2018, Fander Falconí dejó la Cartera, entonces denunció que Finanzas les quitó más de USD 400 millones.
¿En esta ocasión, por la pandemia, de cuánto es el recorte al Ministerio de Educación?
Entre lo aprobado y codificado por Finanzas, que va variando a través del año, a la fecha, el recorte por la pandemia es de USD 900 millones. Son 500 millones menos en infraestructura y 400 millones en gasto corriente. El presupuesto total del Ministerio bordeaba los 3 700 millones.
¿De qué aspectos se encarga ese Viceministerio?
El Viceministerio que yo conducía se concentra en educación escolar, infraestructura, textos, recursos didácticos y demás. También coordina la Subsecretaría Especializada Inclusiva en todos los niveles y hace seguimiento a todas las instituciones públicas y particulares.
En la práctica, ¿qué implicaciones tiene el recorte de USD 900 millones?
El éxito en toda gestión, pública o privada, es la consecución de recursos. Si no se consiguen y se deja quitar, cualquier cosa que se diga es castillos en el aire. Ese fue mi mensaje ante la magnitud del recorte. Evidentemente estaba de acuerdo en dejar de construir obra este año. Pero no en dejar sin recursos para uniformes, retiraron 40 millones; para textos escolares se dejó sin nada a la Sierra y Amazonía para el próximo ciclo lectivo (empieza en septiembre); en alimentación escolar se quitaron 100 millones y se dejaron unos 30 millones, para Costa y Sierra; eso no sirve sino para mes y medio.
Ud. llegó con la ministra Monserrat Creamer. ¿Le dijo lo que pensaba?
Sí. Ella me contactó a través de su hermano. A ella yo no la conocía. En la mayoría de ocasiones estuvo de acuerdo conmigo. Pero el lunes 25 de mayo me pidió la renuncia. Yo no abandono el barco. Mi mensaje fue ‘señora Ministra su obligación es la defensa de la educación, más allá de ser parte de un Gobierno’.
El Ministro de Finanzas repite que si el país tiene menos ingresos es obvio que se reduzca el presupuesto para la educación pública. ¿Qué dice a eso?
Por definición, la educación es un bien público. Si hacen recortes, lo que hacen es hipotecar el futuro del país. Así de simple, yo entiendo que tenemos un aparato del estado demasiado grande y eso tiene que ser recortado pero hay que saber dónde. Acá más bien nos faltan maestros y por esto saldrán unos 6 000.
¿Estas reducciones presupuestarias incidirán en la matrícula?
Claro, muchas instituciones particulares están cerrando, en la Costa hubo más de 30 mil nuevos estudiantes porque padres decidieron que pasen del sistema privado al fiscal. Por la crisis por supuesto algo así se verá en Quito. Hay una duda enorme con respecto al futuro y padres prefieren cambiarlos a lo público. Sin uniformes ni textos escolares, las consecuencias se verán en el futuro del país.
¿Estamos preparados para que los chicos vuelvan a clases presenciales en la ‘nueva normalidad’?
Fue otro desacuerdo con la Ministra. Ella quiso que las clases en Guayaquil empezaran el 1 de junio. El COE nacional proponía que fuera en julio. Se requiere distanciamiento social. Nuestras aulas eran para 40 estudiantes, deben acoger a 25 máximo. Cada paralelo se convertirá en dos paralelos y eso implicaría más infraestructura. Serán jornadas de trabajo con intervalos, días presenciales y no.
¿Están funcionando las clases virtuales?
No podemos hacernos ilusiones con algo que no existe. Es mejor decir la verdad, tenemos unos recursos, vídeos, en la nube, que no ayudan a la educación curricular. Va más allá del acceso a Internet. Aquí se confunde videoconferencias por Zoom o Teams. Requerimos aulas virtuales, como las Moodle, para las clases que damos a los adultos.