La reconstrucción en Esmeraldas y Manabí prioriza la inversión en vivienda

En la isla Luis Vargas Torres, en el cantón Esmeraldas, se reconstruyen las casas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

En la isla Luis Vargas Torres, en el cantón Esmeraldas, se reconstruyen las casas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

En el plan de vivienda Ciudad Jardín, en Pedernales, las familias reciben el agua de tanqueros, que llegan cada dos días, o compran bidones en las tiendas para abastecerse. Foto: Bolívar Velasco/ EL COMERCIO

Al llegar a las ciudades de Pedernales y Muisne lo primero que se ve son casas nuevas y otras que reciben los toques finales para ser entregadas.

Estas obras marcan el ritmo de la reconstrucción de esas urbes en Manabí y Esmeraldas, respectivamente, afectadas por el terremoto de 2016.

A un año y 10 meses del movimiento telúrico de 7.8 grados, la mayor inversión de la reconstrucción ha sido para el segmento de la vivienda.

Según el Comité para la Reconstrucción y Reactivación Productiva, para este sector se asignaron USD 576 millones. Esta información se detalla en el último informe trimestral de julio a septiembre del año pasado, entregado en diciembre a la Asamblea Nacional.

Con los recursos se construyen casas nuevas en terrenos particulares, se hacen reparaciones y edificaciones en predios urbanizados por el Estado. En el terremoto se perdieron más de 35 000 casas.

En la isla Luis Vargas Torres, en el cantón Esmeraldas, se reconstruyen las casas. Foto: Marcel Bonilla / EL COMERCIO

Pero los proyectos habitacionales que ya se han entregado, según algunas familias, presentan inconvenientes.

Por ejemplo, los conjuntos Ciudad Jardín y Chorrera 2 del cantón Pedernales (Manabí); la isla Luis Vargas Torres y Chamanga (Esmeraldas) reciben el servicio de agua potable y energía eléctrica con dificultades.

Margarita Aveiga, Angie Velásquez, Henry Zambrano y Julián Loor viven en Ciudad Jardín desde mayo de 2017 y dicen que el agua se les provee en tanqueros que llegan pasando dos días. Detrás de una fila de tanques azules, ubicados en los portales de las casas, los vecinos esperan esos días para disputarse el agua del surtidor.

Aveiga se queja de que un tanque no es suficiente para lavar la ropa, para el baño y la limpieza. Su hija Angie Velásquez vive metros más adelante y cuando se termina el agua acude a la tienda de Henry Zambrano para comprar un bidón que cuesta USD 1,50.

Zambrano vende 40 bidones diarios de 20 litros y aunque cree que el negocio es próspero se lamenta porque todos padecen del escaso servicio.

Loor está agradecido por la casa nueva que le entregaron junto a 368 familias en Ciudad Jardín, pero no tiene servicios.

Él, comosecretario del comité de familias en Ciudad Jardín, hizo varios reclamos al Municipiode Pedernales.

Las autoridades del Cabildo informaron que la falta permanente de agua se debe a que la red pública no abastece a esas zonas, pero que se construye un nuevo sistema para mejorar la cobertura. Cuando finalice la obra (prevista para este mes) se regularizará la provisión en ese conjunto de viviendas y en toda la ciudad.

La nueva planta, que reemplazará las antiguas tuberías de asbesto y cemento por las de tipo PVC, es financiada por el Comité con una inversión de USD 21 millones y beneficiará a 60 000 personas.

Las 320 familias que viven en San José de Chamanga y 40 de Portete, en Muisne, tampoco reciben agua potable.

Las primeras se abastecen por medio de tanqueros enviados por el Municipio. Pero el habitante Segundo Martínez asegura que en la semana debe pagar hasta USD 5 por el agua que compra en tanqueros.

Según los funcionarios del Comité de Reconstrucción en Esmeraldas, para Chamanga existe un proyecto para construir una planta de agua con un costo de USD 1,9 millones.

Lucía Espinosa dice que no puede esperar más. “Si se entregaron las casas deben estar con todos los servicios”.

La inversión en construcción de viviendas es del 88% de los USD 576 millones planificados por la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).

En el informe de septiembre se señala que la inversión total para la reconstrucción, emergencia y reactivación productiva fue de USD 2 812 millones.

La Senplades estableció en el 2016 que se necesitan USD 3 343 millones para toda la reconstrucción. Esto significa que falta invertir un 15,88% (USD 530, 9 millones), para alcanzar las proyecciones de los costos de la reconstrucción establecidas por la Senplades.

Pero en el Comité se informó que aún se necesitan USD 806,18 millones que corresponden a 174 nuevos proyectos que están planificados.

Las autoridades del Comité indicaron que la meta es que los trabajos de la reconstrucción y reactivación productiva concluyan en el 2020.

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