Santiago, Ansa
Hugo Arancibia, presidente de los pescadores artesanales de la región chilena del Bío Bío, epicentro del terremoto del 27 de febrero, planteó la necesidad de modificar todas las cartas de navegación de la zona, ya que la Tierra habría subido al menos dos metros como consecuencia del sismo.
Mientras tanto, una fuerte réplica de 6 grados Richter volvió a sentirse hoy a las 11:08 GMT en Concepción, la capital regional, a 500 kilómetros de Santiago.
Una hora después un movimiento de 5 grados afectó a la región del Maule. Se trata de dos de las zonas más devastadas por el terremoto y maremoto de hace 17 días.
Para Arancibia, en Talcahuano “tenemos rampas y varaderos que están dos metros secos, producto de este fenómeno, y las rocas que estaban hundidas hoy día están más cerca de la superficie, lo que significa un peligro verdadero para la navegación, porque muchas no son detectables a la vista”.
En su opinión, mientras no se establezcan los puntos geográficos con exactitud, reconociendo los sectores que hoy han emergido, el trabajo de la pesca se tornará más difícil. A ello se suma que instrumentos como radares y sonares, que están adaptados a la cartografía existente, deberán ser actualizados.
Más de 40 buzos de salvataje de la Armada revisaron prolijamente el fondo marino para garantizar que no hubiera obstáculos mayores y marcar una ruta, informó por su parte el comodoro Ronald von der Weth, comandante en jefe de la Fuerza de Submarinos de la Armada.
Para la segunda fase se creó la Comisión de Rescate y Salvataje, que deberá definir materiales, estimar costos y fijar las prioridades para lo que se debe sacar o no.
El buque “Cabrales” cuenta con equipos para cartografiar y revelar los cambios sufridos en el fondo marino de la bahía de Concepción frente a Talcahuano.
Miles de toneladas de sedimentos modificaron el fondo marino, que oscilaba entre 9 y unos 20 a 25 metros, y ahora se estima que subió en algunos sectores cerca de un metro.
“Con eso se va a normalizar el puerto y vamos a tener seguridad. Si hay un obstáculo, se marca, no hay problema, va a estar señalizado”, sostuvo Von der Weth al diario El Mercurio.
Por ahora en la bahía sólo se permite la navegación de buques navales y pequeños pesqueros, pero las actividades portuarias deberán esperar por lo menos la nueva cartografía.