Reclusos bloquearon las celdas con cucharas en los últimos crímenes en la cárcel Regional de Guayaquil

La seguridad fue reforzada en el Centro de Privación Regional Zona 8 de Guayaquil, el pasado lunes 17 de junio del 2019. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

La seguridad fue reforzada en el Centro de Privación Regional Zona 8 de Guayaquil, el pasado lunes 17 de junio del 2019. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

La seguridad fue reforzada en el Centro de Privación Regional Zona 8 de Guayaquil, el  lunes 17 de junio del 2019. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Rompieron los candados con piedras para ingresar a las celdas del ala 1 del pabellón de mediana seguridad y bloquearon el paso a otra área colocando cucharas en las cerraduras. Así se planearon los últimos asesinatos en el Centro de Privación Regional Zona 8 de Guayaquil, el pasado lunes 17 de junio del 2019.

Los hermanos Jorge Luis D. Q. y Santiago Daniel D. Q. fueron agredidos con cuchillos y machetes, como consta en el informe preliminar de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased). Uno de ellos fue encontrado desangrado en su celda por equipos antimotines; el otro recluso fue trasladado al policlínico del centro carcelario por sus celadores, donde finalmente falleció.

Las muertes ocurrieron a menos de una semana del asesinato de alias ‘El Cubano’ y dentro del estado de excepción decretado por el Gobierno para el sistema carcelario del país. El general Ramiro Ortega, comandante de la Policía en la zona 8, dijo que las últimas víctimas cumplían penas por 20 y 25 años. Tras un operativo en el pabellón de mediana seguridad, donde estaban, las agentes hallaron celulares, cargadores, dinero y armas.

El lunes 17 de junio del 2019 en  la cárcel de Guayaquil se registró un nuevo hecho violento. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO

La Fiscalía del Guayas abrió un nuevo proceso penal contra cuatro privados de libertad implicados en este reciente hecho violento. El juez Aquiles Dávila acogió la acusación de la Fiscalía y dictó la prisión preventiva contra los reos por el presunto delito de asesinato, un proceso que se sumará a la pena que ya cumplían en la Cárcel Regional.

El estado de excepción para atender la emergencia en las cárceles del país cumplió un mes este 16 de mayo. El secretario de Derechos Humanos, Marlon Brito, informó que la siguiente semana se analizará en una reunión la propuesta técnica para el sistema carcelario, enmarcado en las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos o Reglas Mandela. Estas se enfocan en el respeto de los derechos y la accesibilidad a salud, educación, trabajo, explicó el funcionario durante la mesa por una vida libre de violencias, que es parte del Acuerdo Nacional.

En este año, solo en los centros carcelarios de Guayaquil se han registrado 13 muertes. El secretario de Derechos Humanos cuestionó el modelo que se ha implementado en los centros regionales, donde se han reportado brotes de violencia en este año. “Las ‘mega cárceles’ son focos de inseguridad. Son cárceles que están hacinadas, en menos de un quinquenio están bajo un cuestionamiento profundo”.

Dos personas privadas de libertad (hermanos) murieron en la cárcel de Guayaquil, el lunes 17 de junio del 2019. Foto. Enrique Pesantes / EL COMERCIO

Como parte de la propuesta, Brito adelantó que se plantea la posibilidad de fortalecer el funcionamiento de cárceles medianas y pequeñas donde, según dijo, hay mayor control, salubridad y acceso al trabajo. Como ejemplo mencionó el Centro de Rehabilitación Social de Archidona, en Napo. “El 65% de su población carcelaria está involucrada en actividades productivas. Con tamaños racionales de privados de libertad eso es posible”.

El gobernador del Guayas, Raúl Ledesma, anunció que la siguiente semana se definirán los reglamentos, normativas y procedimientos para trabajar en la contención de la violencia. Además justificó las medidas implementadas hasta ahora, que van desde el corte de maleza para mejorar la visión de las cámaras de vigilancia, y los operativos con la Policía y las Fuerzas Armadas. “Los altercados pudieron ser mayores -refirió-, eso no se dice. Pudieron haber sido aún peores si no había la intervención de la Policía de manera oportuna con los grupos especiales”.

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