El recital de Saade y Cepeda agradó

Redacción Cultura

Las charlas y conciertos como parte del Mendelssohnfest continúan hasta la próxima semana.

Las conferencias
El lunes, 10:00, Cepeda tratará sobre Persecución y censura en la música, en los  colegios Fernández Madrid y   24 de Mayo. Y el jueves,  en el  Einstein.
El catedrático  alemán Kurt Seibert dará una clase maestra de piano el martes 29 y jueves 1 de octubre, en el Conservatorio J. Ma. Rodríguez, en Cuenca.

El pianista Boris Cepeda ofrecerá las conferencias en colegios y en un conservatorio.

Su labor como director artístico del Festival fue destacada la noche del miércoles, luego de que el pianista  finalizara su concierto junto con el violinista Jorge Saade. El acto, al que asistieron  unas 200 personas, se realizó  en la Casa de la Música.
Saade, desde el escenario, resaltó el trabajo de Cepeda, y del festival que ha cobrado fuerza. 

El concierto duró una hora y media. Cepeda y Saade interpretaron dos sonatas que Félix Mendelssohn, las que,  según Saade, no se habían tocado en el país. La primera fue en fa mayor, compuesta en 1820, cuando el músico alemán tenía 11 años.

Y la segunda, para violín y piano op.4 en fa menor, compuesta en 1825. Ambas con tres movimientos. Para la segunda parte, los músicos presentaron la conocida Primavera, de Beethoven.

Al finalizar, el público ovacionó a Cepeda y Saade de pie y hasta pidió otro tema. Fue después de unos minutos que el violinista  explicó que no tuvieron tiempo de ensayar otras obras.

Los asistentes salieron contentos. “Estoy feliz porque el programa nos permitió conocer más del gran compositor. En las dos sonatas Mendelssohn se muestra como un clásico romántico”, dijo el maestro Gerardo Guevara, uno de los   compositores  más reconocidos en el país.  “Ambas son magníficas y muy completas. Además, estoy contento porque se han unido dos artistas de alta valía”, comentó.

 Asimismo, Luis Fernando Carrera, flautista de la Sinfónica, destacó que las interpretaciones de los ecuatorianos estuvieron a la altura.
“La sonata con la que más me identifiqué fue la segunda. La primera me gustó y fue brillante; la tercera de Beethoven, también, pero la segunda fue más oscura , lo cual resaltó”, expresó  Carrera.

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