Rebrote de violencia enreda posible arreglo político en Honduras

Tegucigalpa, AFP

El gobierno de facto de Honduras y los aliados del derrocado Manuel Zelaya se trenzaron en un cruce de acusaciones por un rebrote de violencia que deja cuatro muertos, lo que aleja más un posible arreglo político previo a la posesión del nuevo presidente elegido en las urnas.

La crisis política vive desde el domingo un nuevo capítulo de violencia. Katherine Nicolle, de 16 años y embarazada de 8 meses, hija de una periodista del canal que controla el gobierno de facto, fue asesinada el martes por desconocidos que le dispararon desde una motocicleta en un suburbio de Tegucigalpa cuando viajaba en un automóvil.

El presidente de facto Roberto Micheletti culpó del crimen a “sicarios” del Frente de Resistencia contra el Golpe de Estado del 28 de junio, que apoya a Zelaya.

Hoy, en circunstancias similares, también fue asesinado el hijo de un periodista que trabaja con el Instituto de Previsión Militar (IPM) de Honduras.

Edwin Canaca, de 22 años, “iba en un taxi y le dispararon desde una motocicleta”, indicó a la AFP el portavoz policial, Orlin Cerrato. Por su lado el portavoz de las Fuerzas Armadas, teniente coronel Ramiro Archaga, señaló que el blanco del ataque era el taxista, quien “tenía varias fichas delictivas”.

El domingo también fue asesinado el procurador de derechos humanos Walter Tróchez, de 27 años, quien recibió un disparo en el pecho en el centro de Tegucigalpa. El Frente de Resistencia responsabilizó de su muerte a un miembro de la policía.

Los aliados del depuesto gobierno también culparon a la Policía de la muerte de uno de sus activistas cuyo cadáver fue encontrado decapitado, a 50 km al este de la capital. Además denunciaron agresiones y amenazas con pistolas contra otras dos personas cercanas al movimiento.

“Con el ambiente de tensión, confrontación y los lazos del diálogo rotos, ¿cómo va a haber reconciliación?”, se preguntó el dirigente del Frente de Resistencia, Rafael Alegría.

Al mismo tiempo salió al paso a las acusaciones del presidente de facto.  “Rechazamos categóricamente las recientes declaraciones del dictador Micheletti donde se acusa a la Resistencia de haber provocado la muerte de la joven Katherine Nicolle”, según un comunicado del Frente.

En ese contexto, las partes parecen alejarse cada vez más de un arreglo previo a la posesión de Porfirio Lobo, prevista para el 27 de enero.

“Con un 'Pepe' Lobo blandengue no se puede arreglar nada porque Micheletti no ha querido contribuir a la reconciliación”, lamentó el dirigente Alegría.

Porfirio 'Pepe' Lobo, ganador de las elecciones del 29 de noviembre y que asumirá la presidencia por cuatro años a partir del 27 de enero, recibió la petición de la comunidad internacional de que busque la salida de Micheletti del poder para lograr la reconciliación.

La petición formulada por los presidentes de Costa Rica, Oscar Arias, mediador en la crisis hondureña, y de Panamá, Ricardo Martinelli, es la condición para que Lobo sea reconocido y se reabran las compuertas de la ayuda internacional suspendida tras el golpe de Estado.

La integración de un gobierno de “unidad y reconciliación” es el punto número 1 del Acuerdo Tegucigalpa/San José firmado el 30 de octubre entre las comisiones de diálogo de Zelaya y Micheletti.

Lobo instaló esta semana un “diálogo nacional” para promover el gobierno de reconciliación con la participación de representantes de decenas de sectores sociales, pero no invitó al Frente de Resistencia ni a Zelaya, quien se encuentra refugiado en la embajada de Brasil.

Mientras tanto, Micheletti se muestra cada vez más reacio a apartarse del gobierno para tratar de buscar una salida a la crisis y Zelaya se niega a pedir asilo político para poder salir del país ya que ello implicaría renunciar a su mandato presidencial.

 

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