Con sana envidia leo la polémica que se ha generado por la opinión de un ciudadano que se atrevió a comentar sobre el arrepentimiento de otro, por el supuesto voto a favor del actual Presidente.
Digo con envidia porque he enviado mis opiniones sobre los antojadizos criterios de una ciudadana sobre la gestión del Gobierno y mencionaba la amenazada libertad de expresión, el comunismo, la corrupción del Gobierno, la evaluación a los maestros y algunos otros temas que, con respeto, argumenté en contrario.
No fue publicada mi misiva.
Estos días, sobre todo el 9 de septiembre pasado, se publicaron algunas cartas contra el pobre lector con apellido indígena y con criterios favorables al actual régimen.
¿Existe objetividad en el Diario EL COMERCIO? Luego de la desafortunada mención presidencial a la Sra. Mantilla se exacerbaron las actitudes antigobiernistas del rotativo que fueron claramente identificadas por muchos lectores y que persiste con una tenacidad digna de mejor causa, pues aunque la mención, insisto, fue desafortunada, la reacción ha sido inusitada y extraordinariamente exagerada.