El feriado de Carnaval fue un caos en Salinas. Turistas asaltados, vehículos dañados, peleas, desmanes y una serie de excesos que quedaron registrados en las redes sociales.
Estos “sucesos de desorden público”, como los llamó el presidente Guillermo Lasso, terminaron en el despido de Fulton Anchundia del cargo de gobernador.
José Ángel Álava, gobernador designado, asume el despacho con la misión de eliminar los cortocircuitos entre autoridades y armar un plan para que el desenfreno no se repita en otro feriado.
Alcaldía de Salinas no escuchó recomendaciones
La Policía Nacional señala que recomendó a la municipalidad de Salinas impedir el tránsito vehicular por el Malecón, para evitar problemas.
Esta sugerencia no fue atendida por el cabildo y el Malecón se convirtió en el epicentro de los desmanes. Cientos de personas impedían el tránsito vehicular, bailaban sobre los autos, forzaban las puertas y asaltaban a los turistas.
Además del violento juego de carnaval, hubo otros actos que llamaron la atención, como el ver a parejas teniendo sexo en la vía pública.
No hubo controles
La tarde del miércoles 22 de febrero del 2023 las autoridades de Santa Elena mantuvieron una reunión en la que se habló de lo sucedido en Salinas. Esta cita fue más tensa que la sostenida a inicios del mes, donde se coordinaron acciones para tener un feriado en paz.
Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, señaló que fallaron los controles de venta de bebidas alcohólicas en lugares turísticos y en permitir las aglomeraciones.
Marco Ortiz, subdirector de Seguridad Ciudadana y Orden Público de la Policía Nacional aclaró que el control del uso del espacio público no es tema de la policía, sino de las autoridades locales.
Poco personal policial
Salinas es el principal destino de Santa Elena. Se estima que a la provincia llegaron unos 300 000 turistas que dejaron unos USD 20 millones, según datos iniciales de las cámaras de turismo.
El municipio señala que intentó hacer controles con sus agentes, pero que fueron amenazados con armas, por lo que pidieron ayuda a la policía.
Las 15 playas de Santa Elena estaban asignados 600 servidores policiales, según Ortíz. Es decir, 40 policías en promedio para cada balneario, el que recibió una media de 20 000 turistas.
“El turismo masivo en algunas de nuestras ciudades, como Salinas, rebasa su capacidad de carga y es un golpe a la imagen del destino”, expresó en Twitter Niel Olsen, ministro de Turismo.
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