La Habana, DPA
El presidente cubano, Raúl Castro, encabezó hoy la jornada de duelo nacional por el comandante y vicepresidente Juan Almeida, en la que multitudes en todo el país rindieron homenaje póstumo al que fuera una de las principales figuras del Estado socialista.
Castro, en uniforme militar, depositó una flor ante un retrato de Almeida en el Memorial José Martí, en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, seguido de otras altas personalidades del Estado y del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
Almeida falleció en la noche del viernes a los 82 años, a consecuencia de un paro cardio-respiratorio. Según la televisión cubana, entre las ofrendas florales depositadas había una a nombre del histórico líder de la revolución Fidel Castro, no presente en el acto, además de otras de los familiares de Almeida, otra a nombre del pueblo cubano y otra de la Asociación de Combatientes de la Revolución, presidida por el fallecido hasta sus últimos días.
Ante el retrato de Almeida se colocó un panel color rojo con algunas de las más altas condecoraciones y distinciones obtenidas por el que fuera uno de los últimos tres comandantes de la revolución, junto a Ramiro Valdés y Guillermo García. La cúpula del Estado socialista decretó una jornada de duelo nacional de 12 horas a partir de las 8:00 de la mañana de hoy, con izado de la bandera cubana a media asta en edificios públicos e instalaciones militares.
Tanto el monumento al héroe libertador José Martí en La Habana, como el monumento a José Maceo en Santiago de Cuba, en el extremo oriente de la isla, abrieron al público para que la población rinda homenaje a Almeida.
También en las otras capitales de provincia fueron habilitados lugares para rendirle tributo póstumo. Desde comienzos de la jornada de duelo, la televisión cubana mostró imágenes en directo desde La Habana y Santiago, donde largas filas de cubanos desfilaban ante retratos de Almeida.
A petición del fallecido, sus restos mortales no fueron expuestos y serán sepultados en el Mausoleo del Tercer Frente Oriental Mario Muñoz Monroy, en el este del país, en una fecha todavía por precisar. Almeida conoció a Fidel Castro en 1952, y el 26 de julio de 1953 participó junto a él en el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, considerado el comienzo de la lucha armada contra el régimen de Fulgencio Batista. Debido a ello fue condenado a 10 años de prisión, pero salió libre en 1955 gracias a un indulto.
En 1956 se encontró entre los expedicionarios del yate Granma y posteriormente combatió junto a Fidel y Raúl Castro, Ernesto Che Guevara y otros en la Sierra Maestra. En febrero de 1958 fue ascendido a comandante de la revolución y dirigió el Tercer Frente de Santiago de Cuba. Desde el triunfo de la revolución cubana, el 1 de enero de 1959, ocupó altos cargos en el Estado, el PCC y las Fuerzas Armadas.
Compaginó sus funciones como vicepresidente del consejo de Estado, miembro del buró político del Partido y diputado del Parlamento con una extensa creación literaria y como compositor. “Almeida, como cariñosamente lo llamaban y reconocían en todos los lugares donde dejó su huella imborrable, sobresalió por su infinita lealtad a Fidel, a Raúl, al Partido y a la Revolución, a los que dedicó todas sus energías y fue uno de sus máximos inspiradores desde los días del Moncada hasta hoy”, escribe el diario oficial “Juventud Rebelde” en su edición dominical.
“Su nombre permanecerá por siempre en el corazón y la mente de todos sus compatriotas, como paradigma de firmeza revolucionaria, valentía, entereza y compromiso con la causa del país, y amor a su pueblo”, añade el diario.