Rafael Correa ofreció un discurso en la inauguración de la Unidad Educativa del Milenio en Jaramijó, Manabí. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Consuelo Vidal, de 52 años, ama de casa, lo dijo en voz alta: “No me voy a lavar la mano. La mano del Presidente ha sido suavecita”. Lo comentó y sonrío entre avergonzada y bromista. Y provocó las risas de otras madres de familia como ella.
En la Unidad Educativa del Milenio Guadalupe Larriva, en Jaramijó, cantón de Manabí, cientos de padres acudieron este lunes 9 de mayo del 2016 al primer día de clases. Antes de la inauguración, el presidente Rafael Correa, recorrió las instalaciones del centro que tiene capacidad para 2 374 estudiantes en dos jornadas. Es la unidad educativa del milenio número 64.
Antes del acto inaugural, el presidente Correa se cambió de camisa. Dejó una de cuadros, que en los primeros minutos del recorrido lució con una chaqueta azul que dejó por el calor, y vistió la blanca con bordados indígenas. Al dirigirse a la carpa en donde se ubicaron autoridades y chocó manos con quienes se las extendían.
Vestido con terno azul y camisa a cuadros, Rafael Correa realizó un recorrido por la Unidad Educativa del Milenio en Jaramijó. Foto: Pavel Calahorrano / EL COMERCIO
Como si estuviera en campaña, levantó en sus brazos niños. La prensa en el recorrido estuvo cercada por su equipo de seguridad. Pedían caminar delante del Mandatario y recordaban que estaba prohibido hacer preguntas, cuando descubrían algún intento.
El ministro de Educación, Augusto Espinosa, dijo que “se vive el duelo de la tragedia y aprendemos de ustedes que el dolor, incertidumbre y desolación pueden convertirse en esperanza y pujanza. Lo que juntos levantemos deberá ser más grande de lo que la naturaleza arrebató”. Espinosa reiteró que el 4 de julio se normalizarán las actividades educativas en donde el terremoto causó daños.
¿Qué está haciendo el Ministerio de Educación? Esta etapa es de emergencia y estabilización del sistema educativo, según explicaron. Así que se construyen 25 unidades educativas móviles, en donde se destruyeron las escuelas y habrá jornadas vespertinas en donde solo había una. También se ocupa infraestructura alternativa como la de Secap en Manta y se trabaja en la reconstrucción de nuevas instalaciones. Se están realizando los estudios, no hay una cuantificación exacta de lo que se ha perdido aún. El programa de actividades psicoeducativas se llama Escuela para todos juntos nos levantamos. En Pedernales, Jama y Portoviejo hoy empezaron las actividades en carpas donadas por Unicef.
“No se imaginan lo emocionado que me siento. No solo por las muestras de cariño recibidas desde el primer día de mi mandato. Que mejor respuesta que continuar con la educación, con obras como estas”, dijo el Mandatario refiriéndose a lo ocurrido, la destrucción de edificaciones, la muerte de casi 700 personas.
“Las élites creían que sus hijos debían educarse en las mejores escuelas”, comentó Correa e hizo un paralelo sobre lo que pasaba con la educación pública, con la forma en la que personas adineradas trataban a sus empleadas domésticas. “Era como los cuartos de las empleadas domésticas, que debían estar detrás del cuarto de máquinas… No era falta de recursos era mentalidad. Edúquense todos somos iguales. Todos tenemos derecho a escuelas dignas, comidas dignas”, dijo y la gente replicó: “Todos”.
En su discurso de inauguración el Presidente de la República también habló sobre las críticas por no contar con fondos de emergencia. Criticó a quienes lo acusan de no haber ahorrado para el tiempo de vacas flacas y de emergencias. “Gracias a Dios hemos derrochado la plata en salud, educación, energía, comunicaciones”, apuntó y dijo a los asistentes que antes el 70% de los recursos se usaba en el pago de la deuda; 10% en salud y educación y solo el 20% quedaba para enfrentar las emergencias. Molesto comentó que tener el dinero bajo el colchón habría hecho que no se construyeran escuelas del Milenio, como la Guadalupe Larriva.
También se refirió a un pedido que hizo a la Fiscalía: investigar el cumplimiento de normas de construcción en el país. “En un año no voy a estar aquí, habrá otro Gobierno”, señaló y la gente le gritó reelección. “Será un gobierno de la revolución ciudadana, lo importante es la reelección de la revolución ciudadana“.
A las 09:00, cuando llegó a la Unidad Educativa, visitó laboratorios y aulas. Una de ellas de los niños de preescolar, a una pequeña la tomó en brazos; ella no dejaba de llorar. Le preguntó si le gustaba la escuela, ella le dijo que quería volver a casa con su mamá. Intentó calmarla, pero otros tres pequeños empezaron a llorar también. A su ingreso se percató de que un grupo de padres y madres de familia llamaban la atención a gritos. Se acercó y se enteró de que no les dejaron pasar por vestir pantalones cortos. Se acercó y preguntó al guardia quién le dio esa indicación y él dijo que un profesor.