El presidente Rafael Correa deleitó a los habitantes del conjunto Divino Niño con un ‘miniconcierto’. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
El presidente Rafael Correa cantó para los habitantes del conjunto Divino Niño, en el sur de Quito, el tema Agárrense de las manos, del venezolano José Luis Rodríguez, El Puma, al finalizar un discurso luego de entregar el proyecto de vivienda de interés social.
Lo hizo junto a los integrantes del grupo musical que se identificó como Revolución Ciudadana, con quienes luego interpretó Sueños, del argentino Diego Torres, mientras la gente abandonaba las sillas blancas dispuestas en el ingreso del conjunto para el acto de entrega oficial de 972 departamentos. “Ustedes quieren seguir, pero yo tengo que ir a trabajar”, bromeó Correa, mientras algunos simpatizantes se acercaban al escenario para escuchar más música.
“¿Dónde están esas gatitas?”, dijo el Mandatario antes de cantar el verso “con una condición, que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata” del tema Y nos dieron las 10, del español Joaquín Sabina.
Pero al finalizar la canción, mencionó que su letra estaba muy subida de tono para los niños, así que cantó para ellos El viejo hospital de los muñecos, sobre la historia de Pinocho, para los pequeños. Y para cerrar su ‘miniconcierto’ pidió que nuevamente sonarán las notas de Color esperanza, también de Diego Torres, como ocurrió cuando ingresó al escenario para el acto.
Pero como en todo concierto, se dio un tiempo para la canción del estribo, Si no te hubieras ido, de Marco Antonio Solís, ‘El Buki’ y se la dedicó a “los sufridores” entre los que mencionó a dos periodistas. El Presidente dijo que la cantarán a partir del 2017, cuando Correa entregue el poder al próximo mandatario.
Antes, en su discurso, Correa retomó el tema de los USD 42 millones retenidos de la deuda que el Estado mantiene con el Instituto de Seguridad Social de las Fuerzas Armadas. Repitió que el interés de “unos pocos” no puede estar sobre el bien común y que no se podía poner en riesgo la democracia por una devolución de fondos frente a un supuesto sobreprecio en la compra de los terrenos del Issfa para la conformación del parque ecológico Samanes, en Guayaquil.
El Presidente comparó la inversión que hacen los propietarios de las viviendas del conjunto Divino Niño Etapa I, en el sector de El Troje, en el sur de Quito, con el gasto público. Dijo que ahorrar dinero mientras se paga arriendo a terceros es absurdo, cuando se puede utilizar el dinero en pagar cuotas para una casa propia que sería similar a lo que ha hecho el Estado durante sus nueve años de Gobierno. Y agregó que la oposición se ha dedicado a “satanizar el gasto público”, pero que si las condiciones lo permitieran, la inversión sería mayor.
Según Correa, cuando en el 2017 entregue el Gobierno, el siguiente Mandatario podrá continuar con la planificación en obras como escuelas, centros infantiles o de salud, por ejemplo, para que haya más beneficiarios de proyectos como Divino Niño, que tiene 972 departamentos.
Mencionó que en gobiernos anteriores hubo cartas de intención con el Fondo Monetario Internacional, que restringían, por ejemplo, los créditos hipotecarios, mientras este Gobierno ha invertido “nueve veces más que los anteriores cuatro gobiernos”.
Correa tocó nuevamente el tema de los proyectos de ley de herencias y plusvalía que debió retirar, según explicó, por la “violencia de los de luto” y para no arriesgar la visita que el papa Francisco hizo a Ecuador, en julio pasado. Según el Mandatario, la oposición aún no ha podido probar que estas leyes afectarán a la mayoría de la población y que esa fue la única condición que puso para retirar estos proyectos definitivamente. Por eso siguen en pie.
Correa dijo que están terminado el proyecto de ley para el fomento del empleo, país con un índice bajo de desempleo. Con medidas que permitirán mejorar las condiciones laborales y mantener la reducción acordada de la jornada laboral o pasantías sin sueldo se busca evitar un mal mayor, aseguró.