Técnicos realizan mantenimiento a un dispositivo que se encuentra en la vía a la Costa. Foto: Joffre Flores / EL COMERCIO
Julio del 2016. El Ministerio de Transporte y la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) evaluaron positivamente la instalación de los radares en las vías.
Los reportes de entonces indicaron que gracias a esos equipos los accidentes causados por exceso de velocidad, en un año bajaron en un 75% a escala nacional. Pero 14 meses después, esos mismos equipos no operan en su totalidad.
De hecho, de los 321 aparatos que hay en el país, 111 están habilitados, mientras que otros 210 (65%) se encuentran en mantenimiento, en desuso o en procesos de homologación, que está a cargo de la ANT.
Pablo Calle, director de esta entidad, explica que lo que hacen es verificar si los dispositivos sirven o no y se autoriza la colocación en las carreteras.
De eso se encargan la Policía Nacional (en la Sierra y Amazonía) y la Comisión de Tránsito del Ecuador (en la Costa).
Las dos entidades monitorean los equipos y sus reportes confirman que la capacidad operativa está disminuida.
Por ejemplo, la Policía Nacional tiene a su cargo 41 aparatos, pero ninguno sirve. Mientras que la CTE dice que una parte de sus equipos sí funciona, pero otros no (ver info).
¿Qué ocurre? En el caso de la Policía, la Dirección de Seguridad Vial envió un e-mail a este Diario y explicó que los dispositivos fueron adquiridos en el 2012 y desde entonces no han tenido mantenimiento.
Además, no gozan de certificados de calibración, que es un chequeo que deben cumplir los aparatos cada dos meses.
Tampoco están homologados por la ANT y las licencias del software caducaron en mayo pasado. Por eso fueron retirados de las vías. Ahora están guardados en una bodega y en lo “posterior serán entregados a la ANT”.
Según la Dirección de Seguridad Vial, los equipos que fueron desinstalados estaban en las carreteras de al menos 10 provincias de su competencia. Entre esas aparecen las vías que conectan a Quito, Latacunga y Ambato.
Hasta noviembre del 2015, en esas carreteras había 14 dispositivos, pero ahora no hay ninguno. Por eso, Jairo Valencia, director provincial del Ministerio de Transporte en Tungurahua, asegura que se gestionará con Panavial unos radares para el paso lateral de Ambato y para las vías que van a Baños y a Riobamba. Allí tampoco se monitorea la velocidad.
El funcionario no conoce dónde están los aparatos que fueron retirados.
En Chimborazo, el director provincial de la ANT, Carlos Jara, asegura que sí hay equipos para esa zona, pero que están en mantenimiento y que se realizan ajustes antes de instalarlos. “Más allá de contar con un sistema de control, lo que se requiere es que los conductores respeten los límites por responsabilidad”.
De enero a julio de este año, en Chimborazo hubo 30 accidentes. La mayoría ocurrió en el tramo que está en Colta.
Ahí hubo 28 siniestros que dejaron 22 muertos y 16 heridos. Uno de los últimos sucedió el 23 de julio, cuando un camión se impactó con una camioneta y murieron 12 personas.
Entre las víctimas estaban cinco niños que tenían entre 3 y 10 años. La Policía indicó que el percance se produjo por exceder los límites de velocidad.
Las estadísticas de la ANT revelan que durante los siete primeros meses de este año, 2 331 siniestros se produjeron porque los choferes no respetaron los límites establecidos.
El exceso de velocidad se convirtió en la segunda causa de accidentes. En julio del 2016, cuando los radares operaban al 100% era la tercera causa de los siniestros.
En la Costa, los radares que se encuentran en las vías que conectan a Santo Domingo de los Tsáchilas con Los Ríos, Manabí y Esmeraldas recibieron un mantenimiento técnico a finales del año pasado.
Según la ANT, los 22 dispositivos electrónicos que están en estas carreteras se encuentran funcionando. Sin embargo, este Diario constató que hasta el sábado dos paneles elevados con radares ubicados en la vía Santo Domingo-La Concordia- Esmeraldas tienen fallas.
Uno de esos, situado en el kilómetro 2, en la salida a la provincia Tsáchila, no registra la velocidad en la que circulan los vehículos en ninguno de los dos sentidos.
El otro aparato con fallas está en el kilómetro 22, a la altura de la parroquia Valle Hermoso. Ese dispositivo marca con retraso la velocidad que alcanzan los automotores que viajan por ese tramo de la vía.
En otras provincias como Guayas, Santa Elena, Los Ríos, Azuay y El Oro, los radares tampoco operan al 100%.
Según la CTE, unos dispositivos resultaron averiados por las condiciones que presenta el clima, por golpes, accidentes de tránsito, otros incluso fueron baleados.
Por eso, la entidad sostiene que cada mes se realiza mantenimiento a los equipos y se los calibra cada dos meses.
Rafael Pólit es dueño de una empresa que se encarga de los chequeos técnicos. Él explicó a este Diario que los radares vienen de Canadá y cuando se dañan se debe importar los repuestos desde esa nación.
Mientras tanto, la Comisión de Tránsito advierte que los controles de velocidad se realizan también con radares móviles. Esta entidad adquirió 10 de estos equipos el año pasado, pero empezaron a operar en febrero de este año. Las autoridades dicen que así se busca reducir los siniestros, que entre enero y junio dejaron 1 011 muertes en el país.