Racismo y violencia

La obligación de los organismos deportivos es impulsar campañas para desterrar el racismo y la violencia. Ese es el axioma indispensable, pero en nuestra sociedad esos ideales están cada día más alejados de la realidad.

¿Qué pasó con el insulto racista del árbitro Omar Ponce al futbolista Ronnal Campos, de El Nacional? ¿Qué han hecho las instituciones? Lo  seguro es que el referí continúe su carrera, sin  una sanción.

Otra probabilidad  es que los delitos terminen impunes, pasen inadvertidos, sean archivados, algo sintomático en nuestra  sociedad en general… Aún hay tiempo para  impulsar proyectos y apropiarse de ellos como bandera de lucha para una mejor formación del aficionado. 

Pero el problema es quién será el que impulse la propuesta pedagógica. Es hora de desprenderse de los compadrazgos para mejorar el deporte en su totalidad.

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