Carpas medicalizadas, con menos afluencia en Quito

En el coliseo de Calderón (norte), una sola persona recibía atención la mañana de ayer. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En el coliseo de Calderón (norte), una sola persona recibía atención la mañana de ayer. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

En el coliseo de Calderón (norte), una sola persona recibía atención la mañana de ayer. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO

El panorama cambió. Ya no hay largas filas de personas en las afueras de las carpas médicas que instaló el Municipio de Quito, ni moradores que madrugan desde las 05:00 para recibir atención.

El número de pacientes que acuden a estas 11 estaciones, ubicadas en las siete parroquias con mayor número de contagios de Quito, disminuyó al menos en un 50%.

En las afueras de la Unidad Educativa Quitumbe, por ejemplo, la primera semana de atención (del 22 al 31 de julio), la fila copaba al menos tres cuadras, y las personas -distanciadas- se sentaban en las veredas, bajo el sol, a la espera del chequeo médico.

Ayer 13 de agosto, la imagen fue otra. Ni una sola persona se encontraba haciendo fila en los exteriores de ese plantel municipal.

La doctora Emilia Loayza, coordinadora de las brigadas médicas del sur, indicó que al principio, solo en este punto se atendía a 400 personas al día en promedio. Hoy acuden entre 150 y 200.

Lo mismo ocurrió en el coliseo de Calderón, en el norte. Semanas atrás, decenas de usuarios se ubicaban en los graderíos en busca de ayuda.
A las 08:30 de ayer, apenas una persona acudió al sitio. Víctor se trasladó desde el Comité del Pueblo, porque tuvo fiebre y tos. Contó que su esposa contrajo covid-19 hace un mes y permaneció 21 días en confinamiento. Su cuñada, su hija y su nieto también se enfermaron.

Esteban Andrade, coordinador encargado del centro de atención de Calderón, contó que antes atendían en promedio a 130 pacientes cada día. Hoy, reciben a cerca de 60.

A las 09:00, en la carpa ubicada en el Colegio 9 de Octubre, de la parroquia Belisario Quevedo (Las Casas), nadie hacía fila para recibir atención y en los graderíos del patio se encontraba solo una persona.

¿Por qué el número de pacientes disminuyó?

Martha Gordón, coordinadora en territorio de la Secretaría Salud, responde que básicamente se debe a dos razones.

La principal: la gente se dio cuenta que en esos espacios no se realizan pruebas a todos los asistentes, sino exclusivamente a quienes presenten sintomatología determinada, como fiebre, poca saturación de oxígeno en la sangre, dolor en pulmones, entre otras.

Al inicio llegaban personas en busca de un certificado médico para presentar en el trabajo. Otras asistían solo para hacerse la prueba y descartar que contrajeron covid-19. Gordón recuerda que hubo personas sin síntomas que llegaron hasta tres veces con la intención de que les aplicaran un test.

La segunda razón es la presencia de brigadas móviles en los barrios. Desde el 3 de agosto, grupos de médicos en coordinación con líderes barriales brindan atención directamente en el territorio, con el objetivo de reducir el desplazamiento de las personas que presentan síntomas de covid-19.

Hasta el 6 de agosto, tomando en cuenta el servicio brindado tanto en carpas como en brigadas, fueron atendidas  5 941 personas: 5 694 en puntos de triaje fijos y 247 en los ­grupos móviles.

Según Gordón, actualmente los pacientes que acuden a las carpas sí son personas que necesitan atención. De hecho, la gran mayoría tiene el virus.
En estos espacios, ya no se realizan las pruebas rápidas que se hacían en un inicio, como parte de un estudio de seroprevalencia del virus en el Distrito Metropolitano.

Hoy, únicamente se hacen pruebas PCR. En el momento, a los pacientes con alta sospecha de ser portadores del virus (según el criterio clínico-medico) se les agenda una cita en el centro ubicado en Iñaquito,
para que se practiquen una prueba con hisopado. Según Gordón, al día unas 30 personas son agendadas.

Desde el próximo lunes, este tipo de test se realizará directamente en las carpas, para evitar el desplazamiento de pacientes. El Municipio informó que las 50 000 pruebas que fueron reemplazadas porque estaban a punto de caducar, serán destinadas a las atenciones en territorio.

La primera estación en brindar este servicio será la de Quitumbe. Allí se habilitará un punto para tomas de hisopado a pacientes captados en bri­gadas y carpas del sur.

Para el procesamiento de pruebas se trabajará con un laboratorio, que tiene un convenio con el Municipio.

Gordón espera que a finales de mes estén habilitados también los puntos de hisopado en Calderón y en el Centro Histórico. El resultado de la prueba PCR está listo en 72 horas.

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