Karina Cobo está emocionada. El fin de semana llegó de Guayaquil junto con su madre, Ana Torres. El sábado visitó Cruz Loma.
A sus 7 años de edad, fue la primera vez que subió a un teleférico. Sus ojos miraron el paisaje que la rodeaba. Verdes montañas, grandes árboles y la ciudad en miniatura maravillaron a la niña. Usaba un jean, zapatos deportivos, abrigo y un gorro de lana. “Estoy emocionada, es la primera vez que veo tantas montañas”.Han pasado cinco años desde que el Teleférico empezó a funcionar, a los pies de Cruz Loma (4 200 msnm). Actualmente recibe un promedio de 7 000 visitantes. Un 40% son extranjeros.
Johanna Schiitze llegó con su amiga Iris y un grupo de 10 alemanes hasta este complejo. Su intención era subir a Cruz Loma y caminar hasta el Ruco Pichincha (la caminata dura dos horas).
El costo del Teleférico varía para nacionales y extranjeros. Los primeros pagan USD 4,90, mientras que los foráneos, USD 8,50.
Antes de ascender a la cima, Schiitze estuvo tranquila. A diferencia de sus compañeros, que por primera vez ascendían a una cumbre andina.
Luego de 3 minutos de espera, la cabina llegó y se dividieron en dos grupos. Cuando empezó el ascenso los alemanes estaban tensos. Schiitze los calmó.
“Es hermosa la vista que se tiene desde este lugar, es uno de los mejores recuerdos que tengo de esta ciudad”, dijo la alemana.
A medida que la máquina subía, la ciudad se volvía más pequeña. En la cima de Cruz Loma, los turistas tomaron un café y se alistaron para su caminata.
Zapatos cómodos, un buen abrigo y las cámaras fotográficas no faltaron. En cada parada aprovecharon para llevar un recuerdo. Cobo y su mamá prefirieron quedarse en los miradores.
A 2 kilómetros del trayecto, el cansancio se empezó a notar en los turistas. Ellos decidieron utilizar un caballo para terminar el recorrido al Ruco Pichincha.
Schiitze y su amiga Iris continuaron la ruta a pie.
A cada paso los extranjeros se maravillaron con la vista de los nevados y de la cordillera. Desde ahí es posible observar el Cayambe, el Antisana y el Cotopaxi.
Se han diseñado rutas para que los visitantes las recorran. Estas son: Guagua Pichincha-Cruz Loma, La Chorrera, Bosque de Miraflores-Cruz Loma.
A las 13:00 el cielo empezó a oscurecerse y Schiitze y sus amigos abordaron la cabina móvil para descender a la ciudad.