5 vías con más accidentalidad en el Distrito Metropolitano de Quito

En la av. Simón Bolívar, a la altura de la autopista G. Rumiñahui, suele haber accidentes. Foto: EL COMERCIO

En la av. Simón Bolívar, a la altura de la autopista G. Rumiñahui, suele haber accidentes. Foto: EL COMERCIO

En la av. Simón Bolívar, a la altura de la autopista G. Rumiñahui, suele haber accidentes. Foto: EL COMERCIO

Verónica García conducía su motoneta en la av. Simón Bolívar. De pronto, una camioneta la rebasó. El roce del espejo la derribó. Ella se quedó tumbada en el suelo. Dice que esa imagen siempre vuelve cada vez que maneja. Cada vez que sube a su monto vive con el miedo de que vuelva a pasar.

Recuerda también que, aquella vez, una unidad de los Bomberos estaba cerca y logró retener a la mujer que conducía la camioneta que le ocasionó su caída. “Ella no tenía papeles. No sabía manejar. Desde el accidente, cada vez que manejo pienso que me va a pasar algo”, comenta.

El percance de García sucedió en mayo del 2016. Forma parte de las estadísticas que muestran que la tercera parte de accidentes de tránsito ocurre en Quito, según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), con una análisis de datos del 2016 (33,9%) y del 2017 (30,5%).

Además, el parque automotor en la capital representa el 18,1% del total registrado en el país.

El accidente de García sucedió en la Simón Bolívar, avenida que junto con la Mariscal Sucre, Maldonado, Galo Plaza Lasso y 10 de Agosto son las vías de Quito en donde ocurren más siniestros de tránsito. En cada una de ellas, el Municipio tiene identificados puntos conflictivos, para los cuales analiza reformas y controles más rigurosos.

Soraya Herrera asiste legal y psicológicamente a los familiares de víctimas de accidentes de tránsito, desde hace 11 años. Su fundación se llama Cavat y se fundió tras la muerte de su hija de 16 años, quien fue atropellada mientras entrenaba bicicleta en los que hoy es la avenida Simón Bolívar, en El Troje (sur de Quito).

“Después de la muerte de Nicole formamos la fundación y nos dimos cuenta de que los accidentes de tránsito ocurrían a diario. Por ayuda y asesoramiento, a nuestras oficinas llegan, en promedio cerca de 30 personas al año. No es una gran cantidad porque es complicado enfrentar ese momento de dolor”, dijo Herrera.

La extensión de esas vías, más el número de vehículos que diariamente circulan por estas, son dos de los factores que, según Julio Puga, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), influyen en el riesgo y en la ocurrencia de siniestros de tránsito.

Para Roberto Custode, experto en movilidad, dos elementos se deben tomar en cuenta en los siniestros de tránsito son: las costumbres al conducir y las características de las vías de la urbe.

“Por ejemplo, en Quito hay una gran cantidad de vías sobre pendientes. Al contrario de, por ejemplo, Guayaquil, en la que la gran mayoría de vías -si no es la totalidad- es plana”, señaló. Otra característica que se debe observar, según Custode, es el ancho de las vías. Esto porque, mientras más anchas son, es posible maniobrar en caso de incidentes.

Ante esto, Custode explica que hay medidas que un municipio puede tomar para reducir los accidentes, como las auditorías de seguridad vial. Custode dijo que estas consisten en el análisis, por parte de un experto, sobre la situación de la red vial de una ciudad. “Uno o varios expertos recorren las vías para detectar posibles riesgos para la movilidad. Con esto se pueden tomar correctivos en esas vías”, comentó.

En Quito, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) es la encargada de la construcción y mantenimiento de la infraestructura vial en el Distrito Metropolitano.

Christian Zaragocín, gerente de Operaciones de la Movilidad de la Epmmop, señaló que las auditorías de seguridad vial todavía no se desarrollan en el país. “Sí realizamos análisis de seguridad vial para mejorar las condiciones de la infraestructura vial, con el objetivo de disminuir el riesgo de accidentabilidad. Nos enfocamos en la seguridad según la prioridad peatón, ciclista, transporte público y, al final, el vehículo ­liviano”, dijo.

En el momento, el trabajo de la Gerencia de Operaciones de la Movilidad se centra en la av. Simón Bolívar que, con aproximadamente 56 km, es la más larga del Distrito Metropolitano. El análisis y las intervenciones de esta vía empezaron desde inicios del 2017, según Zaragocín. Uno de los principales problemas en esa avenida es el espacio estrecho para tomar determinadas curvas.

Zaragocín explicó, además, que uno de esos casos se abordó en la intersección entre las avenidas Simón Bolívar y la Interoceánica.Según este funcionario municipal, allí se habían producido varios accidentes de tránsito y para reducir el riesgo se amplió el radio de la curva, además de reforzar la seguridad con una mejor señalización en este sitio.

La Empresa de Obras Públicas trabajará este año en la avenida Simón Bolívar y, de la misma forma, realizará el estudio de la situación que se registra en la avenida Interoceánica.

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