A dos kilómetros del peaje de Oyacoto, en la vía Calderón-Guayllabamba, se levanta una nube de polvo. Es por los trabajos de construcción de la nueva vía hacia Tababela, la Collas-Nuevo Aeropuerto Internacional de Quito (NAIQ). La obra tiene un 10% de avance y estará lista a fines del 2013, según Marcelo Herdoíza, de Panavial, empresa encargada de la obra.
Ayer se realizó un recorrido, luego de que el jueves, en sesión del Concejo Metropolitano de Quito, el edil Norman Wray solicitó información sobre los avances y plazos de las vías de acceso al NAIQ. También el concejal Fabricio Villamar dijo que pidió por escrito información sobre el tema.
Hubo una rueda de prensa conjunta entre el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), la Alcaldía de Quito y Panavial, en el sector de la Hacienda Collas, (kilómetro 7½ de la vía Calderón-Guayllabamba).
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En el plan vial que el Municipio presentó consta que el valor aproximado de la obra sería de USD 70 millones. Sin embargo, Herdoíza explicó que la vía, de 9 km de extensión, estaba presupuestada para USD 110 millones, pero habrá un ahorro de 10 millones, por la técnica que se empleará para construir el puente sobre el río Guayllabamba, de 320 m de luz.
Esta fase de la obra arrancará en febrero del 2012, con la técnica de volados sucesivos. Así se acelerará el ritmo de la construcción y se reducirán los costos. El puente se conectará con una loma y llegará hacia la meseta de Tababela.
Según Herdoíza, en ese extremo ya se ha terminado la planicie y se iniciará la fase de mejoramiento. Allí también hay una escombrera, donde probablemente se hará una plataforma, al final del aeropuerto, que estaría destinada para la FAE. La carretera llegará al conector Alpachaca, que empata con la Panamericana, en el lado de Tababela.
Pese al desfase que habrá entre la inauguración del NAIQ (prevista para octubre del 2012) y la apertura de esta carretera, el alcalde Augusto Barrera aclaró que no se trata de un retraso en las obras. Según el Burgomaestre, este proyecto surgió luego de que hace dos años asumiera su cargo.
Antes se puso a licitación otra alternativa, la Gualo-Nuevo Aeropuerto de Quito, pero, según Barrera, no hubo oferentes por la complejidad técnica. En ese proyecto se requerían construir dos puentes de 560 m de luz .
Por ello se pensó en la ruta desde Collas, en la Panamericana Norte. A esta vía se podrá acceder desde la prolongación de la av. 10 de Agosto, el túnel Guayasamín y las avenidas De los Granados, Interoceánica y Simón Bolívar.
Para el acceso sur se planteó la ruta viva, que es una conexión con Cumbayá y Tumbaco. Esta vía será financiada por la CAF y, según Barrera, se empezará a construir en los primeros días del 2012.
Mientras estas obras concluyen, el acceso a Tababela será a través de la ruta existente, que es la av. Interoceánica. Se harán mejoras en ella, sobre todo, en el sector de Los Bañistas y La Primavera.
Otra alternativa es la E35, que va de Cusubamba al Colibrí y llega a Santa Rosa. Según Barrera, se maneja la opción de ampliar la vía y ha surgido la posibilidad de construir una nueva E35. Su propósito sería que se convierta en una nueva perimetral para Quito, entre Cayambe y Latacunga.
Agregó que la conexión hacia el NAIQ en principio estaba a cargo de la Municipalidad, pero pasó al Gobierno, por la magnitud de las obras y la importancia regional del aeropuerto de Quito, en transporte de pasajeros y de carga.
Los trabajos en la Collas-Tababela y en la ampliación del tramo entre Calderón y Guayllabamba de la Panamericana Norte avanzan. Según Herdoíza, actualmente, la jornada empieza a las 04:00 y termina a las 20:00, en la fase del camino de apertura o camino piloto, en las laderas. En la vía intervendrán 800 obreros y más de 2 000 subcontratistas.
Una vez terminada esta etapa, las jornadas se harán en tres turnos, las 24 horas del día. El objetivo será estabilizar los taludes. La gran cantidad de polvo que se eleva sale de las laderas, compuestas de materiales como ceniza volcánica. La maquinaria pesada que abre el camino se mueve lentamente en la ladera.
Luego de escuchar las intervenciones, Wray explicó que pidió información, trasladando las inquietudes de la ciudadanía. Considera que es valioso que se transparente la información sobre la obra y que se señale con claridad las alternativas de ingreso al NAIQ. Agregó que hay que ser más rigurosos en cuanto al desarrollo de los plazos, los cronogramas y su financiamiento.