Ventas y desorden afectan a los valles de Quito

Afuera de los supermercados de Conocoto la gente no respeta el distanciamiento.

En cuatro parroquias rurales del Distrito Metropolitano de Quito y en una parroquia urbana del cantón Rumiñahui, en los valles de Tumbaco y Los Chillos, se incrementan los casos positivos de covid-19.
En Tumbaco, Cumbayá, Conocoto, Amaguaña y Sangolquí existe preocupación entre los presidentes de los GAD y autoridades municipales porque las cinco zonas registran la mayor cantidad de contagios.
En Tumbaco se registran 42 casos positivos. La presidenta del GAD, Lorena Brito, informó en su cuenta de Twitter que en esta parroquia se reportó la muerte de un hombre. “Era un comerciante que seguía realizando sus actividades normales conociendo de su enfermedad”.
Esta semana el Cuerpo de Bomberos de Quito realizó tareas de desinfección en la calle Juan de Ascaray y otros sectores. Sin embargo, pese a las sanciones y campañas de concienciación sobre los riesgos del coronavirus, un alto flujo de transeúntes y vehículos se observa a diario en las principales vías de la localidad.
En la carretera E-35 y Villa Vega, a la altura del semáforo, un hombre vendía el miércoles 6 de mayo del 2020 ramas de eucalipto a USD 0,50. A su alrededor había decenas de personas caminando y haciendo filas en las tiendas y panaderías.
En las calles Gaspar de Carvajal y Guayaquil, centro de Tumbaco, circulaban vehículos cuyas placas no corresponden al día de circulación. Otros fueron parqueados en las aceras. A los peatones se les dificultaba cruzar la calle porque los carros interrumpían el paso.
Ayer, 7 de mayo, personal de la Agencia Metropolitana de Control (AMC) y la Policía realizaron un operativo. Recorrieron los locales de la calle Juan Montalvo y revisaron la documentación que entregaban los dueños. En las afueras de los comisariatos ubicados en la av. Interoceánica se acumulaban los clientes; algunos no respetaban los dos metros de distancia. Decenas de vendedores ambulantes con frutas y zanahorias caminaban en las calles Gonzalo Pizarro y Eugenio Espejo.
Al llegar a la Ruta Viva cientos de vehículos, con placas que no corresponden al día de circulación (7 y 8), manejaban en alta velocidad. Lo hacían sin ningún temor pese a que policías, militares y agentes de tránsito montaron un puesto de control a la altura del km 8.
En Cumbayá se reportan 33 contagios. En la avenida María Angélica Idrobo y Cristo Rey, cerca del mercado, los transeúntes caminan como si se tratara de un día normal. Los cuidadores de carros también se ganan unos centavos. Una mecánica y dos tiendas, una de venta de cosméticos y otra de repuestos de carros, abrieron sus puertas.
En la parroquia de Conocoto (70 casos) cientos de personas no respetaron el miércoles y ayer la cuarentena y salieron de sus casas para realizar diferentes actividades.
En Sangolquí, al menos 300 personas recorrían la mañana del miércoles la avenida General Enríquez. Vendedores ambulantes, clientes de bancos, policías, niños, amas de casa y dueños de negocios se mezclaban en una sola masa de gente.
El alcalde de Rumiñahui, Wilfrido Carrera, señala que el 90% de la población del cantón respeta la cuarentena. Sin embargo, reconoce que afrontan el problema de los vendedores ambulantes que, en su mayoría, llegan de otras parroquias de Quito. En Rumiñahui habitan 135 000 personas, pero el Alcalde dice que con la población flotante suman 400 000.
Indica que el Municipio realiza operativos de control del espacio público diariamente en calles, plazas y mercados. En las tareas se aplican protocolos de bioseguridad.




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