Aunque las costumbres han ido cambiando y en muchos barrios los vecinos se conocen muy poco, en este sector del sur de Quito la tradición continúa vigente. Foto: Paúl Rivas / EL COMERCIO
Desde hace más de 20 años, los vecinos de la calle Iturralde, en el barrio El Pintado, se reúnen para rezar juntos la novena del Niño Jesús.
Aunque las costumbres han ido cambiando y en muchos barrios los vecinos se conocen muy poco, en este sector del sur de Quito la tradición continúa vigente.
Los vecinos se organizan durante los primeros días de diciembre y se elige a un prioste, que será el encargado de llevar al Niño Jesús a cada una de las casas en donde se realiza el rezo.
Lupita Bravo comenta que tienen su propio Niño que les ha bendecido a lo largo de los años. “Nuestro Niño nos cuida, nos da salud y trabajo que es lo importante”.
La novena se inicia cada 16 de diciembre, pero en este barrio la adelantan un día para que la noche del 24 de diciembre cada vecino pueda pasar en familia.
Cada casa se alista con luces y adornos para abrir las puertas a los moradores que deseen participar.
Los villancicos son fundamentales en medio de las oraciones. Allí los niños aplauden y cantan.
“Esta es una costumbre que queremos seguir cultivando en los más pequeños para que nunca se pierda”, señaló Bravo.