En el centro de Quito, a pocos minutos del casco histórico, los habitantes del barrio La Colmena viven con una demanda no resuelta: un servicio de transporte público que funcione de forma regular.
Durante los últimos 15 años, este sector, con una población aproximada de 28 000 personas, no ha contado con rutas estables ni frecuencias garantizadas, aseguran sus moradores.
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Barrio La Colmena sufre por falta de transporte público regular en Quito
“De lo que debería operar, la cooperativa que cubre nuestra zona apenas cumple con el 2% del servicio”, afirma Ana Salazar (nombre protegido), moradora del barrio.
Relata que los estudiantes se dirigen a diario a colegios ubicados en el centro de la ciudad, como el Mejía, el Fernández Madrid o la escuela Sucre. Sin buses disponibles, caminan hasta el sector de La Victoria o pagan taxis, muchas veces informales.
Un viaje de ida y vuelta al centro puede costar hasta cuatro dólares. “Desde La Colmena hasta la 24 de Mayo hay indigencia, consumo de droga y violencia. Aun así, caminamos con nuestros hijos porque no tenemos alternativa”, añade.
Moradores denuncian incumplimiento de rutas por parte de operadoras
Stalin Barreno Larraga, director Metropolitano de Gestión de Movilidad, señala que la actual administración mantiene mesas de diálogo con dirigentes del Cabildo de las Libertades y del propio barrio. En esas reuniones, los técnicos y los vecinos trazaron en conjunto la ruta que consideran más adecuada para el sector.
“La cooperativa encargada de operar en la zona recibió al menos ocho informes por incumplimientos. Algunos de estos casos derivaron en sanciones equivalentes a cuatro salarios básicos por no cumplir con las salidas y llegadas en horarios establecidos”, asegura el funcionario.
Según Barreno, la presencia de vehículos informales representa otro obstáculo. Explica que los moradores usan taxis y camionetas incluso cuando el bus sí llega al sector, lo que debilita el servicio formal.
“Ese comportamiento profundiza la problemática. Además, los estudios de demanda no reflejan un número representativo de pasajeros. En horas pico se movilizan apenas dos personas”, asegura.
Según el representante de la Secretaría de Movilidad, en el pasado hubo operativos de control junto con la Policía Nacional que terminaron con personas heridas por enfrentamientos relacionados con el transporte informal.
A pesar de esos antecedentes, las autoridades reconocen que el uso de este tipo de transporte se mantiene.
Secretaría de Movilidad admite fallas y anuncia sanciones a operadoras
La Secretaría de Movilidad levantó varios informes técnicos sobre el servicio en este sector. Barreno confirma que algunos incumplimientos derivaron en sanciones, y que la cobertura actual no alcanza los estándares necesarios para garantizar un servicio continuo ni seguro.
La baja demanda y la operación deficiente por parte de la cooperativa impiden establecer un punto de equilibrio que justifique financieramente la ruta. Por ello, el Municipio estudia alternativas para atender a la población del sector.
Municipio de Quito plantea solución con Empresa de Pasajeros
Como solución, la Secretaría de Movilidad considera traspasar la operación a la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros. “Es una propuesta sobre la mesa. Requiere informes técnicos, financieros y jurídicos. Ampliar la cobertura significaría aumentar el presupuesto municipal para el pago del servicio”, afirma Barreno.
Mientras tanto, los vecinos advierten que esta situación afecta la permanencia en el barrio. “La gente se va. En otros sectores hay tres o cuatro líneas. Aquí no tenemos nada”, señala Salazar. La comunidad espera que esta vez las mesas de trabajo lleguen a una solución definitiva.
Falta de transporte empuja a familias a abandonar La Colmena
La falta de servicio constante genera frustración. Algunos vecinos han decidido mudarse a sectores mejor conectados. Salazar afirma que La Colmena, a pesar de su cercanía al centro histórico, continúa marginada de un sistema de transporte funcional. La comunidad insiste en que el Municipio debe garantizar su derecho a la movilidad.