Buses de transporte urbano en el Centro Histórico de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
El gremio de la transportación urbana en Quito señala que atraviesan por una crisis económica, lo cual pone en riesgo la continuidad del servicio por la falta de recursos para su operación.
En una sesión virtual del Concejo Metropolitano, José Santamaría, presidente de la Cámara de Transporte Público Masivo de Pasajeros del Distrito Metropolitano de Quito, expuso la situación del sector.
Una de las propuestas que el pasaje se eleve de USD 0,25 a 0,50, de manera transitoria mientras dure la pandemia, para cubrir los costos de operatividad. Según el dirigente, trabajar al 50% de la capacidad y cubrir los costos de sanitización de las unidades impactan de forma negativa en la recaudación. “Cada bus requiere una inversión diaria de USD 160 pero desde que la capital cambió a semáforo amarillo y los buses reanudaron el servicio (3 de junio), nuestros ingresos apenas llegan a USD 80 diariamente”, indicó.
Para el dirigente, en las dos primeras semanas de operación, los ingresos no fueron suficientes para cubrir los costos de combustible y salarios de los conductores y ayudantes de las unidades, mucho menos para las obligaciones con las entidades financieras y la canasta automotriz.
Ante esa realidad, los transportistas no garantizan la continuidad del servicio en los próximos días. Incluso los propietarios de algunos buses se han visto en la obligación de paralizar sus unidades porque no tienen recursos para su mantenimiento y operación.
Cuando comenzó el semáforo amarillo -indicó Santamaría- alrededor de 3 000 buses salieron a laborar. Ahora se encuentran 1 500 en las calles brindando servicio. Él señaló que poco a poco disminuirá la cantidad de unidades.
Los dirigentes del transporte solicitaron al alcalde Jorge Yunda que ponga de inmediato en conocimiento del Concejo Municipal la propuesta de nueva estructura tarifaria, que ha sido elaborada y socializada con anterioridad por las autoridades de la Secretaría de Movilidad.
Su mayor preocupación radica en que pasa el tiempo y no hay soluciones y se mantiene la misma tarifa desde hace 18 años.
En la sesión realizada el martes 23 de junio de 2020 el alcalde de Quito, Jorge Yunda, dijo que ha escuchado “con interés” la petición del dirigente y que la Comisión de Movilidad es la encargada de analizar el tema de las tarifas.
Washington Hoyos, presidente de la cooperativa Paquisha, indicó que la situación es crítica ya que las deudas se incrementan. No tienen ingresos para temas logísticos de los buses. “No podemos seguir trabajando a pérdida”.
Danilo Sarmiento es dirigente de la Sociedad de Empresas de Transporte de Pasajeros Nororiental (Sotranor), la cual brinda servicio en las parroquias del oriente de Quito con 200 vehículos desde la vigencia del semáforo amarillo. Contó que los ingresos que perciben sus compañeros son bajos y no les alcanza para continuar.
Sus ingresos al día son de USD 80 dólares y deben 160, lo cual incluye gastos del chofer, ayudante, combustible y mantenimiento. A eso se suma la descontaminación semanal de la flota. “Pagamos 270 dólares que incluyen los químicos, el fumigador y los pagos de la gasolina y aceite para la bomba”.
Al igual que sus colegas de Quito, ellos esperan que el Municipio analice su situación económica.