Caravanas de buses urbanos recorren la ciudad, la mañana de este lunes 6 de julio del 2020. Lo hacen para protestar de forma pacífica por la situación económica que atraviesa el sector del transporte público desde que se implementó el semáforo amarillo en la capital el pasado 3 de junio del 2020.
Los dirigentes de la Cámara de Transporte Público Masivo de Pasajeros del Distrito Metropolitano de Quito (Ctdmq) y otras operadoras de transporte urbano, intracantonal y urbano combinado, indicaron que se movilizan “para exteriorizar su angustiosa realidad económica”.
Desde distintos puntos de la ciudad, se desplazaran con el 50% de sus unidades, hasta la avenida 6 de Diciembre y Tarqui. A las 10:00 se realizará ahí una rueda de prensa en la que expondrán sus inquietudes.
Eso ocurre mientras las unidades brindan el servicio a los usuarios con los horarios y rutas establecidas. “Las medidas adoptadas para prevenir el contagio con covid-19, entre las que se incluyen la ocupación de las unidades con hasta el 50% de su aforo y los costos de sanitización, han agravado la crisis económica del sector, que lo soportaban desde años atrás”, indicó la Cámara de Transporte Público Masivo de Pasajeros del Distrito Metropolitano.
Según los transportistas, los ingresos en el primer mes de trabajo post cuarentena no cubren los gastos de operación. Para financiar los gastos del primer mes llegaron a acuerdos con estaciones de servicio y talleres de mantenimiento. Sin embargo, por la falta de pago, les han suspendido la provisión de estos servicios.
Varias caravanas de buses circularon este lunes 6 de julio del 2020 en las calles de Quito. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Ante esa realidad, a cientos de transportistas les tocó paralizar sus unidades, “no por capricho, sino porque ya no cuentan con recursos económicos para la compra de combustible, pago de conductor y ayudante, mantenimientos permanentes de los vehículos, costos de sanitización diaria y gastos administrativos”.
Eso también implicó el incremento del desempleo. “Son más de 5 000 fuentes de empleo directo, entre conductores, ayudantes, fiscalizadores y área administrativa que se han perdido en los últimos meses”.
Durante los diálogos antes del reinicio de las operaciones -según los transportistas- se acordó que sea el Municipio de Quito el que asuma los costos de sanitización de las unidades. Sin embargo, esto no ha ocurrido, por lo que cada mes se suma un valor de USD 600 por este concepto a los egresos.
Los conductores de buses de transporte público protestaron este lunes 6 de julio del 2020. Foto: Eduardo Terán / EL COMERCIO
Acotaron que, causa de la crisis económica, no pueden cubrir sus necesidades, mucho menos las obligaciones con el sistema financiero nacional e instituciones no financieras. “Los transportistas a diario reciben notificaciones de estas entidades, en las que nos amenazan con retirar los vehículos, en caso de que no cancelar de inmediato las deudas pendientes”, señala el comunicado.
Por ello, los directivos de la Cámara solicitan atención urgente y prioritaria por parte de las autoridades municipales y del Concejo Metropolitano, con la aprobación de la estructura tarifaria, que fue preparada, analizada y discutida por la Secretaría de Movilidad.