Por las calles de la parroquia Machachi, en el cantón Mejía, a 45 minutos de Quito, ayer la gente caminaba vestida de negro en señal de luto. Buscaban las tres salas donde se velaban a las cinco víctimas que fallecieron en el deslave ocurrido el lunes en Quito.
Ese día, cuatro vehículos quedaron atrapados por el desprendimiento de un talud en la avenida Simón Bolívar, en el sector La Forestal IV. A pesar de que cuatro de los cinco fallecidos son de una misma familia, se levantaron dos capillas ardientes en Machachi.
La una se instaló en el salón la Estancia Real, en el centro de la parroquia. Allí se colocaron los féretros de Magdalena Cañizares, su esposo Jorge Asquel y de Miguel, de 21 años, hijo de la pareja.
Mientras que la otra sala estuvo en el salón Colonial, donde se veló el cuerpo de Francisco Caiza, pariente cercano a la familia Asquel-Cañizares.
La tragedia conmovió a los habitantes de Machachi. Por coincidencia, Alba Parra, otra de las víctimas que murió atrapada en otro vehículo, también era oriunda de esta parroquia.
Su cuerpo, en cambio, fue velado en una tercera sala que se abrió en el Salón de los Testigos de Jehová y el sepelio se realizó ayer. La familia prefirió evitar acercamientos con la prensa.
Una posición diferente tuvieron los familiares de los otros cuatro fallecidos.
En las afueras de la Estancia Real, amigos y familiares comentaban el hecho. Hubo llantos y abrazos. Jorge Ubillús, pariente cercano, no pudo contener las lágrimas al contar que en la familia Asquel-Cañizares queda un hijo huérfano: Jorge, de 24 años.
Él estaba en Guayaquil reemplazando en el trabajo a su padre, quien laboraba como despachador de contenedores en la Aduana. Cada tres semanas, Jorge (jefe de hogar fallecido) se sometía a quimioterapias porque padecía de un cáncer de estómago y fue operado hace pocos meses.
En el tratamiento, Jorge Asquel encontró la muerte. “Era un hombre que luchaba por vivir. Luego de su tratamiento descansaba dos días en Machachi y enseguida retornaba a Guayaquil, a su trabajo. A eso vino y el pasado fin de semana estuvo internado”, contó Ana Molina, cuñada de los fallecidos.
La enfermedad alteró la tranquilidad de la familia Asquel en los últimos meses. Jorge (hijo) dejó sus estudios de Ingeniería Comercial para ayudar a su padre en el trabajo y en la manutención del hogar. Miguel, el menor, también postergó sus estudios para trabajar y colaborar en su casa y en el tratamiento médico de su padre.
Así, el lunes, día del accidente, los Asquel-Cañizares regresaban de Quito cumpliendo dos diligencias médicas: con el alta de Jorge (padre) y con la cirugía dental de un sobrino, Cristian Asquel, quien resultó herido y fue internado en el Hospital Metropolitano.
En total, en la camioneta atrapada de los Asquel-Cañizares viajaban cinco personas y solo una sobrevivió (Cristian). Así, además de Jorge, Magdalena y Miguel, falleció Francisco Caiza, de 76 años, quien es pariente cercano y decidió acompañar en el viaje, que terminó en tragedia.
Caiza tenía una propiedad en el sector San Carlos. Édgar, uno de los siete hijos de Caiza, contó que su padre no solía viajar con frecuencia. “Él quiso acompañarles y también murió”.
Édgar lamentó el accidente y pidió al Municipio más responsabilidad en este tipo de hechos.
En cambio, Marcelo Asquel, hermano de Jorge (padre), fue más crítico y señaló como únicas culpables a las autoridades del Distrito, por no tomar las precauciones debidas.
“La semana pasada hubo un deslave. ¿Por qué no tuvieron la conciencia de cerrar la vía? Pedimos una audiencia con el Alcalde para gestionar una ayuda para mi sobrino, quien está en estado de conmoción”.
Por el momento, el Municipio ayudó a las familias con los gastos de los funerales. Esto implicó la entrega de ataúdes, los traslados de los cuerpos desde Quito, los arreglos florales, la misa y los nichos. Ayer, tres funcionarios llegaron al salón Estancia Real, donde se realizó el velatorio de los Asquel-Cañizares.
Allí se reunieron por casi una hora con los familiares de los difuntos. Conversaron sobre las necesidades que tenía las familias respecto a los gastos mortuorios.
La familia también aprovechó la reunión para solicitar una audiencia con el alcalde Augusto Barrera. Con respecto a posibles reclamos al Municipio del Distrito Metropolitano aún no tenían una posición definida.
Mientras tanto, el sepelio de las cuatro víctimas se realizará hoy. El de los Asquel-Cañizares será a las 10:00. Luego, a las 12:00, está previsto el entierro de Caiza.
Puntos de vista
Fabricio Villamar/ Concejal
‘El Alcalde se dejó presionar por la gente’
El deslave en La Forestal se produjo por saturación de agua en el suelo. Tres días de sol hicieron presumir que todo estaba arreglado. Esa presunción ha costado la vida de cinco personas. La previsión salva vidas.
El Alcalde se dejó presionar por la gente para aperturar la avenida. Hay que ser firme, no se pueden abrir vías mientras no se estabilicen los taludes de la ciudad. Se dejaron presionar por la gente, cuando tiene que prevalecer un criterio técnico, que no se lo tenía.
Hay dos cosas por hacer: generar una legislación fuerte para evitar asentamientos en espacios de riesgo y tener un mantenimiento de taludes y cunetas de coronación.
Antes de emprender una obra nueva, primero se deben tener en buen estado las obras que la ciudad ya tiene.
Patricio Ubidia/ Concejal
‘Se está trabajando en temas de contraflujos’
Para aliviar la congestión del tránsito en el sur se abrirá un carril de la av. Simón Bolívar. Por este carril circularán los carros en los dos sentidos.Por precaución no se habilitarán el resto de carriles.
Se trabajará en la construcción de muros de contención. Lo primero es la relocalización de personas para poder ejecutar cualquier trabajo.
La vía está limpia. La Simón Bolívar es una vía de descongestión. Hay que precautelarla. Se está trabajando en temas de contraflujos en algunas avenidas del sur, en horas pico. Por ejemplo, en las avs. Maldonado y la Mariscal Sucre. Hay que analizar.
Esto dependerá de la fluidez en la Simón Bolívar. El riesgo persiste en toda la ciudad. La próxima semana se contará con estudios técnicos del estado de la Simón Bolívar. Hay que tomar precauciones.