Con una rápida despedida con un beso y apenas una palmada en la espalda, los jóvenes se bajaban de los carros de sus padres, que se parqueaban en los ingresos a los planteles. A paso apresurado entraban a los colegios. La emoción se reflejaba en las expresiones de los estudiantes del bachillerato, que iniciaron ayer el año lectivo 2012 – 2013.
En el sector San Isidro del Inca, en el norte de la ciudad, las imágenes se repitieron en reiteradas ocasiones y en diferentes vías. Allí funcionan las unidades educativas Martín Cereré, Isaac Newton, Letort y Sek. Ayer, desde las primeras horas de la mañana, las furgonetas y buses escolares circularon por el barrio que se caracteriza por las urbanizaciones, conjuntos, edificios y casas.
Después de dos meses de vacaciones, las vías lucieron congestionadas. Algunos padres de familia buscaban ansiosos un espacio dónde estacionar. Ellos acompañaron a sus hijos en la ceremonia de inauguración de las actividades escolares. En la calle E, el tránsito fue lento y congestionado. La secundaria de la Unidad Educativa Isaac Newton comparte la vía con el centro de revisión vehicular de El Inca.
La circulación se trababa. En el primer día de clases, las busetas y los vehículos particulares coparon las vías. Las largas filas también eran de los vehículos, cuyos choferes esperaban el turno para la revisión técnica. En la intersección de la calle De los Álamos y la E, en la salida hacia la avenida Eloy Alfaro, el embotellamiento más grave del sector.
Los inconvenientes se generaron porque uno de los semáforos, en la avenida Eloy Alfaro, estaba dañado y la señal que da el paso hacia esta vía dura menos de cinco segundos. La fila de carros se formó desde la calle De los Guayacanes hasta la Eloy Alfaro.
Para evitar el tráfico en la calle De los Álamos, en la salida hacia la avenida Eloy Alfaro también hay una vía alterna hacia el norte, que es la De los Nogales, que ayer no fue muy utilizada.
En el sector también abundan los negocios. Inés Castro tiene un negocio frente a esta unidad educativa. Según ella, en el período escolar las ventas no se incrementan, pero el tránsito se atasca. “Los estudiantes llegan en sus transportes o con sus padres y entran a los colegios. Cuando salen es igual. Ellos no se quedan aquí”.
A dos cuadras hacia el oriente funciona la unidad educativa Martín Cereré. La mayoría de estudiantes llegaba en los buses escolares. Según Ballardo Tobar, director del Departamento de Transporte de la institución, en el primer día de actividades no se generó ningún inconveniente en cuanto a las demoras. “En la calle De los Guayacanes no hubo congestión. El ingreso escalonado evitó los inconvenientes”.
Pese a concentrar escuelas y colegios, el sector San Isidro de El Inca no tiene una alta oferta de materiales escolares o locales de comida para los estudiantes. Dentro de cada unidad educativa los alumnos disponen de estos servicios. Los negocios en la calle De los Álamos y las intersecciones, en su mayoría son mecánicas y talleres de repuestos de carros.
Para Laura Garcés, comerciante del lugar, ese tipo de locales no son rentables en el barrio.
“Los estudiantes solo salen para subir al transporte o cuando sus padres los recogen. Las ventas que se generan es por las personas que vienen a la revisión vehicular”.
En la calle Guayacanes se encuentra el colegio Letort. Los 200 estudiantes del bachillerato realizaron varias actividades en el primer día. El rector, Fernando Muñoz, aseguró que dentro de las instalaciones del centro, los estudiantes cuentan con canchas deportivas, copiadora y comedor. “No tienen necesidad de salir. El transporte escolar tiene un estacionamiento en los exteriores de la institución”.
Las busetas de la secundaria no interfiere en el tránsito en la calle De los Guayacanes. Sin embargo, desde mañana iniciarán sus labores los niños de primaria. A pesar de que el centro educativo cuenta con estacionamientos internos para el transporte escolar, los vehículos particulares permanecen en el ingreso, sobre la calle De los Álamos.
Los vecinos saben que por esa razón el tránsito se atasca a las horas de ingreso y de salida. Otra alternativa para evitar el embotellamiento en esta vía es tomar la calle José Barreiro, que también se dirige hacia la av. Eloy Alfaro.
En este sector, ayer no hubo control policial ni brigadas estudiantiles, que en establecimientos de otros sectores ayudan a coordinar el tránsito. Según datos de la Policía Nacional, a lo largo del Distrito se desplegaron a 1 020 efectivos, en los 579 establecimientos educativos.
Así, en El Inca, el tránsito se traba con el retorno de los estudiantes a las aulas. Una historia que los vecinos se saben de memoria.
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