Por la cantidad de gente parecía la romería novembrina hasta el Santuario de la Virgen de El Quinche. Con una diferencia: en vez de velas y rosarios, los ‘peregrinos’ iban armados de tarros de espuma de carnaval, anilinas surtidas y sobrecitos llenos de harina a discreción.
Los huevos se adquirían al paso y valían entre USD 0,25 y 0,50 cada uno. Cuando se acababan las ‘municiones’ se las podía adquirir en las decenas de puestos de ventas que había en el recorrido: a 1 USD cada tarro de carioca pequeño y a USD 2, el grande. Las fundas de anilina y harina se vendían a USD 0,25 por unidad. Los combos no faltaron: tres tarros grandes de espuma de carnaval por USD 2,50 o USD 3.
La multitud tuvo que caminar varios kilómetros hasta llegar al lugar donde se desarrollaba el desfile, emplazado en una de las arterias que lleva hasta El Ejido de Amaguaña, puesto que la Policía prohibió el paso de los vehículos.
Los que ingresaron por el sector de Yanahuaico debieron marchar más de media hora desde ese recinto hasta el parque central de la población, el cual se encontraba repleto de carnavaleros que se agredían ‘muy cordialmente’ con lo que podían ante el regocijo general.
No hubo excesos y la ciudadanía se comportó con civismo, alegría y cordialidad.
No obstante, según información del Crnel. Mario Robalino, cuidaron el orden 7 oficiales mayores, 14 oficiales menores y 258 clases.
Un desfile multicolor
El desfile empezó a las 09:30. El recorrido se realizó desde el centro de la parroquia hasta la Plaza de las Ritualidades, emplazada en El Ejido.
Participaron 19 comparsas, 15 carros alegóricos, 8 bandas de pueblo y 4 bandas rítmicas. En total desfilaron por la amplia pista adoquinada 1 809 participantes, quienes fueron aplaudidos por una multitud calculada por los organizadores en unas 80 000 personas.
Entre los participantes se contaban diversas agrupaciones de la zona como la Cooperativa San Pedro de Amaguaña, la Asociación de Jubilados de Amaguaña, la Red Cultural San Pedro de Del Tingo, los colectivos Pasochoa y Conocoto.
También tuvieron una lucida actuación colegios como la Unidad Educativa Dr. Telmo Hidalgo, el Colegio Fiscal Atahualpa y el Colegio Miguel de Santiago de Quito (ubicado frente a Edesa) según explicación de Danny Chicaiza, uno de los participantes. Las bandas de pueblo y las rítmicas pusieron el toque musical.