Ruby Morillo: 'Fue un momento aterrador y monstruoso, parecía que el tráiler no se iba a detener nunca'

Un testigo del siniestro cuenta cómo se vivió el momento en la vía. Foto: Twitter Bomberos Quito

Ruby Morillo fue una de las personas que presenció el siniestro de tránsito, que ocurrió hoy 27 de mayo, en el sector de Guayllabamba.

Sobre la Panamericana Norte - peaje de Oyacoto, el accidente comprometió a un tráiler y 23 vehículos livianos. Como resultado del hecho resultaron 20 personas heridas y tres fallecidos.

Ella estaba con su esposo e hija en una camioneta y cuenta cómo fue el momento del siniestro.

Testimonio del siniestro

"Estábamos yendo por el peaje de Oyacoto, cancelamos el valor y continuamos con nuestro viaje. Un poco más bajo nos encontramos con un tráiler que tenía etiquetas de papel que iban volando.

El conductor del tráiler iba en el carril derecho sobre el tramo que es de dos carriles y que más adelante se convierte en una vía de tres carriles. Nosotros lo pasamos un poco más allá.

Nos adelantamos en el camino y una aplicación de navegación satelital dio una alerta de que había un detenimiento vehicular sobre la Panamericana.

La notificación mostraba a miembros policiales en la zona, pero no sabíamos qué estaban haciendo.

Nosotros íbamos por el carril de la izquierda cercano al parterre hasta que nos detuvimos. El tránsito avanzaba lento, nos movíamos poquito a poquito. No había manera de ir más rápido.

En un momento se escuchó un fuerte estruendo de hierros y fierros chocando. No sabía qué era. Adelante no pasaba nada y le pregunté a mi esposo ¿qué está pasando? Tenemos una camioneta F150 y por la altura del carro pude ver todo lo que pasaba.

En la parte posterior vi que volaban cosas, carros, partes de los vehículos parecían de papel. Era una cosa espantosa ver cómo se acercaba un monstruo de máquina (tráiler) y yo no sabía qué hacer.

Solo le dije a mi esposo Marlon: ¡Marlon mira lo que está pasando, por dios, mira lo que está pasando! Mi esposo en desesperación se subió al parterre.

Vimos el hecho y parecía que nunca se iba a detener ese vehículo, pero se detuvo mucho más arriba de donde estábamos nosotros. En cuestión de segundos se dio todo, fue un hecho horrible lleno llanto de todas las personas.

Empezó el caos, todo fue terrible. Sé escuchaban gritos, como se caían las cosas. Yo reaccioné a los cinco minutos y empecé a enviar mensajes por mi perfil en Twitter y dar a conocer lo que estaba pasando.

Mientras escribía pensé que eran unos pocos carros que estaban involucrados quizás unos cuatro o cinco, pero no fue así. Ese monstruo de máquina vino haciendo daños desde arriba, logramos ver cuando el vehículo se detuvo un poco más arriba de una curva.

El panorama era aterrador, los vehículos que estaban cerca del carril izquierdo, zona donde estábamos, se iban al otro lado volcados, impactados, con las llantas para arriba.

Pasaron pocos minutos y del embotellamiento en el que nos encontrábamos de forma rápida y casi mágica el tránsito comenzó a fluir y a normalizarse.

No sabemos qué pasó para que ocurra ese embotellamiento, buscamos a los policías que decía la aplicación y no había nadie. Minutos después llamé al ECU 911 a reportar la emergencia y yo les advertía que no había manera de subir hacia Quito.

Mi esposo se desvió para El Quinche y tomar vías alternas para llegar a nuestra casa. Tratamos de salir lo más rápido posible porque sabíamos que tenían que llegar las ambulancias y equipos de emergencia.

En mi cabeza va a quedar esa imagen tan terrible de como volaban los carros, las prendas de ropa, las partes de los vehículos y sobretodo el ruido. Ese sonido es inexplicable, no hay palabras para explicarlo.

Con mi familia me puse a llorar y me puse a pensar que estuvimos a nada de que nos pase semejante desgracia".

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