El tradicional barrio San Blas nació como un caserío de paso en el camino que llevaba desde Quito hacia Esmeraldas, el Oriente, Guápulo y los valles del norte de la ciudad.
Al sector se lo conoce así desde octubre de 1568. En un inicio fue destinado para la vivienda de parte de la población indígena de Quito. Junto a la plaza principal se levantó una rústica capilla con paredes de adobe y techo de paja.
El primer cura fue el mestizo Diego Lobato y Yarucpalla. En 1713 fue reconstruida completamente. En el 2005 se inició un nuevo proyecto de remodelación de la plaza y de la iglesia, ubicada en la Caldas y Pedro Fermín Cevallos, que hoy lucen remozadas.