Perros atacaron a cuatro personas en La Ferroviaria Media. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Moretones y marcas de colmillos y garras se observan sobre su piel. Mercedes Portilla, de 65 años, tiene los brazos, las piernas, la espalda, la cintura y los pies amoratados. “Fue peor que un asalto”, cuenta.
La mujer fue víctima de un ataque protagonizado por un grupo de perros agresivos que vive en una casa abandonada, en el barrio, La Ferroviaria Media, en el sur de Quito.
El ataque sucedió el lunes, pero tras dos días, la mañana de este miércoles 30 de marzo del 2016, la mujer todavía camina con dificultad por el patio de su casa.
Su recuperación será larga. Recibió dos vacunas contra la rabia y el tétanos, pero aún debe colocarse cinco dosis más y realizarse curaciones en las heridas cada dos días.
Ella cuenta que el ataque sucedió a las 08:00 de este martes. Ese día salió de su vivienda y pocos metros más abajo fue agredida por los perros sin motivo aparente. “Yo he vivido 45 años aquí, y ya les conocía (a los animales), pero parece que estaban tras alguna hembra”, asegura.
No logró ver cuántos canes la agredieron, pero cree que eran más de 10. Una joven que pasaba por ahí también fue mordida en el pie. Dos hombres que trataron de ayudarlas también fueron atacados. “Sentía que me arrancaban el brazo”, asegura la mujer.
Este no es el primer ataque que se han dado en el barrio. Hace un año, una niña de 11 años fue mordida por perros de la casa abandonada. Ella se dirigía al colegio cuando los animales la mordieron.
Control de la fauna
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) ya retiró a 13 perros luego de conocer esta denuncia. Según Christian Rivera, director de esta entidad, los animales fueron llevados a Urbanimal, en donde se les realizarán pruebas de temperamento y posteriormente se intentará darlos en adopción.
Sin embargo, en el barrio todavía quedan decenas de perros que caminan sin correa y sin dueño. La mujer teme que nuevamente se forme una jauría, pues uno de los vecinos es quién los alimenta.
Rivera explica que el COE ya localizó al hombre que vive con los animales y que él también recibirá ayuda. Él es un adulto mayor que trabaja en el mercado de Chiriyacu y que vive casi en la indigencia, en el interior de la casa abandonada.
Este miércoles, los vecinos del sector lo vieron llorando y abrazado de uno de los animales. “No quería que se los lleven, porque dice los perros le cuidan de los ladrones”, cuenta Lilia Segovia, una moradora.
Personal del COE tiene previsto retirar un grupo más de perros. En especial a los más agresivos.