El Teatro Capitol volverá a abrir el telón

La fachada del Teatro Capitol fue restaurada para recibir a la comunidad. fOTOS: Galo Paguay/EL COMERCIO

La fachada del Teatro Capitol fue restaurada para recibir a la comunidad. fOTOS: Galo Paguay/EL COMERCIO

Dos proyectores antiguos son los anfitriones en el Teatro Capitol. La estructura que en 1908 fue construida por el arquitecto Giacomo Radioconcini vuelve a abrir sus puertas.

La pantalla donde los vecinos de San Blas se distraían en las primeras décadas del siglo pasado se inaugurará mañana, con un escenario de 12,50 metros de profundidad por 13 metros de ancho.

Luego de que en el 2008 estuviera en riesgo, por la caída de un muro de la estructura, empezó el camino para la recuperación de una de las edificaciones que formaban parte de la red de cines de Quito.

En este grupo están el Teatro Variedades, Alhambra, Variedades, Sucre, Puerta del Sol, México, entre otros. Aunque, varios de ellos, aún continúan deteriorados.

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Sin embargo, ya desde el 2000, comenta Franklin Cárdenas, director de Obras del Instituto Metropolitano de Patrimonio (IMP), el Capitol había perdido su uso. Por un tiempo, fue ocupado como iglesia.

En el 2009, empezó la expropiación del predio y en el 2010 arrancaron los estudios arquitectónicos. Pero, el proyecto de intervención duró un año.

Cárdenas menciona que una de las principales modificaciones que se hicieron es la ampliación del escenario, el cual cuenta con una plataforma móvil. Para esta adecuación se adquirió el terreno colindante.

El teatro, que inicialmente fue conocido como el Palacio Samaniego, de la familia del mismo nombre, tiene capacidad para 850 personas, cuenta con dos ascensores, una platea y dos palcos.

Esta no ha sido la única intervención en la historia del Capitol. Según datos del IMP, luego de 20 años de su construcción, el palacio fue remodelado e inaugurado como teatro Cadena en 1937, luego fue denominado Teatro Capitol, como se lo conoce hasta la actualidad.

El bien patrimonial se abrirá al público, de acuerdo con la agenda de eventos que establezca la Municipalidad.

En la intervención se incluyó el cambio de la disposición de los palcos. Como recuerda Cárdenas, en las estructuras anteriores, había una banca y los asistentes no tenían una visión directa del escenario. La inversión en las obras fue de 3 030 051 dólares. El teatro no cuenta con un parqueadero exclusivo, por lo que los asistentes deberán dirigirse a los parqueaderos municipales de esa área, como el de San Blas.

La edificación ha dado una nueva cara al sector. Hay moradores que siguieron de cerca el proceso y mañana, ellos, el Palacio Samaniego, el cine, el teatro de la av. Gran Colombia, inician una nueva escena.

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