Los taxis pintados de rosa no rodarán por falta de argumentos legales

La capacitación. En el período 2010-2011,  alrededor de 350 mujeres recibieron el curso para obtener la licencia de conductor profesional.

La capacitación. En el período 2010-2011, alrededor de 350 mujeres recibieron el curso para obtener la licencia de conductor profesional.

El proyecto de implementar una flota de taxis pintados de rosado, conducidos por mujeres para transportar exclusivamente a otras mujeres, tuvo algunos cambios desde su presentación, a mediados del 2010.

Según la concejala María Sol Corral, promotora del proyecto, los taxis no serán pintados de rosado, pero se mantendrá como un servicio diferenciado para niños, mujeres, adultos mayores y personas con discapacidad. “Los taxis seguirán siendo amarillos, conducidos por mujeres y en el reglamento técnico de la Ordenanza que regula el servicio de taxis en Quito se puede implementar un distintivo para diferenciarlos”. El plan piloto, en el cual participarían 40 mujeres taxistas, aún no tiene fecha de inicio.

Cuando la segunda vicealcaldesa María Sol Corral presentó el proyecto planteó que 100 mujeres podrían prestar el servicio exclusivo a través de una línea 1800. También propuso que esta nueva flota de vehículos de transporte público sea administrada por una empresa pública adscrita al Municipio. Estaba previsto que el servicio se inaugure en diciembre del 2011. Recuerda que el plan fue promocionado y se registraron alrededor de 2 000 mujeres que estaban interesadas en participar del Taxi Rosa.

Geovanna Montenegro fue una de ellas. Cuando se enteró del proyecto, se acercó al Municipio para obtener más detalles. También estuvo presente en varias charlas. “Nos dijeron que primero teníamos que sacar la licencia profesional (Tipo C). Nos dieron a elegir entre el Instituto Superior Tecnológico de Transporte (Itesut) y el Sindicato de Choferes”.

Pero la viabilidad y legalidad del proyecto tuvo críticas por parte de la dirigencia del taxismo convencional. Jorge Calderón, presidente de la Federación Nacional de Cooperativas de Transporte en Taxis (Fedetaxis), dijo que la implementación de un servicio de transporte de pasajeros en carros de color rosado estaría al margen de la Ley de Tránsito.

En el artículo 50 del reglamento de la Ley de Tránsito se establece que los taxis serán de color amarillo y que se dividen en dos modalidades: convencionales y ejecutivos. “Un concejal no tiene la potestad de crear una nueva modalidad de transporte. Además, hay una Ordenanza que prohíbe el incremento de cupos en el transporte público”. En el 2010, Calderón presentó una denuncia ante la Fiscalía en contra del proyecto del Taxi Rosa.

Pero Corral explicó que esa no era su intención. Aclaró que el servicio diferenciado en taxis aún se mantiene, pero como un proyecto social para la generación de empleo para madres trabajadoras y jefas de hogar.

Montenegro es ama de casa y tiene dos hijos. El no haber terminado sus estudios secundarios fue un obstáculo para obtener la licencia. “Terminé el bachillerato en el colegio Ángel Modesto Paredes, a mediados del año pasado. Luego me inscribí en el Sindicato de Choferes”. Conduce desde hace nueve años y tiene una licencia tipo B. Desde que decidió participar en el proyecto del Taxi Rosa se creó expectativas sobre su futuro laboral. “Pero cuando se inició la capacitación hubo división entre las aspirantes”.

La directora del Itesut, Cecilia López, también fue involucrada en la denuncia que hizo Calderón ante la Fiscalía. Cuando se dio a conocer el proyecto, en el periodo 2010-2011 se inscribieron 350 mujeres para el curso de chofer profesional. Las alumnas recibieron 960 horas de capacitación teórica y práctica. Cerca de 310 alumnas están graduadas.

“Las demás dependen de una prueba que debe aplicar un funcionario de la Agencia Nacional de Tránsito”. María Sol Corral y Cecilia López fueron indagadas por la Fiscalía. El 12 de enero, en la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, la Fiscalía presentó la desestimación de la demanda planteada por Calderón.

Corral aclaró que al iniciar el proceso, la inclusión de las mujeres en el transporte público se ofreció como una posibilidad y no como una garantía. Insistió en que la Ley de Tránsito obliga a las empresas de transporte público a contar con al menos el 5% de personal femenino.

Para marzo, Montenegro espera obtener su licencia profesional. “Me gustaría ser parte del servicio diferenciado. Si el proyecto no se concreta, igual trabajaré en un taxi convencional”.

La normativa

Según la  Ley  de Tránsito, es obligatoria la inclusión del 5% de mujeres en calidad de socias y conductoras de transporte público, comercial y cuenta propia.

Jorge Calderón  aseguró que a escala nacional existen al menos 60 000 taxistas, de los cuales  4 000 serían mujeres.

Según un estudio  de factibilidad, en Quito, las mujeres conducen el 3%(264) de taxis convencionales y el 8% (515) de taxis ejecutivos.

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