En la quebrada de Rumipamba se abrió desde enero del 2009 el Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba. Se trata de un museo de sitio, en donde se puede mirar en seis estaciones vestigios de culturas como los quitus o los yumbos, y aprender de la historia de los primeros habitantes de Quito.
Apenas el 5% de lo hallado en este lugar es de origen inca. Este terreno es parte de lo que fue una de las haciendas de María Augusta Urrutia y estuvo a punto de quedar sepultado bajo un conjunto residencia. Allí se puede observar también vegetación nativa de las faldas del Pichincha. Por siglos, el material volcánico cubrió bohíos, cerámicas ornamentales y utilitarias.