Hoy se abrirán dos de los tres carriles de la av. Simón Bolívar, que permanecieron cerrados desde el 2 de mayo, en el sector de La Forestal. Allí, por la lluvia, se desprendió una parte del talud y arrasó a cuatro carros. Fallecieron cinco personas.
La razón del deslizamiento fue la filtración de agua en la montaña, por la falta de alcantarillado y canalización en el barrio que estaba asentado en la cima.
La Forestal no es el único sitio donde se registran deslizamientos, a lo largo de la av. Simón Bolívar. Desde Santa Rosa hasta Guápulo (33km) hay tramos donde los taludes tienen huellas de filtraciones de agua. Por ejemplo, a la altura del sector La Argelia Alta, 25 casas del barrio Los Pinos, en el suroriente, están asentadas en una colina, al costado derecho de la vía periférica, en sentido sur-norte. No hay alcantarillado.
Las aguas lluvias y servidas desfogan a la vía, a través de un sistema de tuberías construido por los vecinos, de forma artesanal. Margarita Cruz, vecina, reconoció que hay temor.
En el tramo de 33 kilómetros, en el invierno de abril pasado (calificado como uno de los más fuertes de los últimos años), quedaron huellas de deslaves en 24 sitios. Allí, la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) registró 80 derrumbes de pequeña, mediana y gran magnitud.
La amenaza de deslizamientos no es el único peligro en la vía. En el mismo tramo hay 17 cruces. En estos puntos, el riesgo de accidentes de tránsito es alto. Los conductores de los vehículos aprovechan estas intersecciones para virar en U, a pesar de ser una vía rápida.
Según las estadísticas de la Dirección Nacional de Tránsito, la Simón Bolívar y la Occidental registran el mayor número de accidentes. En la primera vía, el año pasado hubo 360 percances, entre choques, volcamientos y atropellamientos. En lo que va de este año, ya suman 80 accidentes.
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Manuel Carabalí, conductor de una buseta que circula por la vía y cumple el recorrido Chillogallo-Carcelén, contó que ha evitado en tres ocasiones accidentes graves. En un caso fue por su imprudencia y, en los otros, por maniobras peligrosas de conductores de otros carros.
A lo largo de la vía, en los sitios donde se puede hacer giros a la izquierda o a la derecha, en los dos sentidos, hay riesgos. “Hay choferes que no calculan la velocidad del auto que viene y se cruzan. Siempre hay accidentes cuando llueve”, informó Carabalí.
Pero el riesgo no solo es para los conductores. Hay transeúntes que no utilizan los pasos peatonales y cruzan corriendo la transitada vía. Eso, especialmente, en las zonas pobladas como la Loma de Puengasí, La Argelia Alta, San Martín y La Forestal. Por esta avenida circula, a diario, un promedio de entre 80 000 y 100 000 carros, de todo tonelaje.
En el ingreso al barrio La Forestal IV hay un puente peatonal. Sin embargo, hay moradores que prefieren cruzar caminando por los seis carriles. Karina Pillajo, vecina del sector, esperaba un bus bajo el puente peatonal. Comentó que por razones de tiempo camina por la calzada. “Me fijo que no venga ningún auto y corro. Es más rápido”, aseguró.
Pocos metros más al sur, en el lugar donde se registró el deslave que acabó con la vida de cinco personas, conos anaranjados impedían ayer la circulación por los tres carriles, en sentido norte-sur.
Cuatro trabajadores de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (Epmmop) barrían, con escobas, la tierra acumulada sobre la calzada. Está previsto que la circulación en dos de los tres carriles se abra a las 06:00.
Desde la intersección con la av. Morán Valverde hasta la Autopista General Rumiñahui, en sentido sur-norte, se realiza la repavimentación. Por esa razón habrá restricciones en la circulación, en los próximos tres meses.
Control en La Forestal
Desde las 06:00 de hoy se reabre la circulación, en dos de los tres carriles que van de norte a sur de la avenida Simón Bolívar.
Está programado un operativo en conjunto con la Policía Nacional y personal de la Epmmop para ordenar el tránsito.