Los usuarios de buses urbanos aún tienen problemas para tomar una unidad durante las horas pico de la mañana. En las paradas de buses las filas no se respetan y los empujones continúan.
El Municipio anunció, antes de la implementación de la restricción vehicular de pico y placa, que las rutas y las frecuencias de los buses iban a ser modificadas. Sin embargo, entre los usuarios el descontento sigue, aunque el tiempo de traslado de un sitio a otro disminuyó.A las 07:00 de ayer, en el sector de La Marín, en la calle Sucre, cincuenta personas hacían fila para tomar una unidad de la cooperativa Rapitrans, que va desde ese sector hasta Cotocollao.
Entre las cinco primeras personas que se formaron estaba Herlinda Gaona. La madre de familia vive en el sector de La Forestal y debía llegar hasta las Colinas del Pichincha, en el norte de la urbe.
Gaona toma todos los días este bus y desde el pasado lunes el traslado en esta ruta ha disminuido en 15 minutos. para ella, el tiempo es solo una parte del problema. La falta de organización en la fila y el trato que recibe de los conductores es lo que más la incomoda. “La gente se mete en la fila y hay empujones para pasar primero”. Gaona cree que el trato de los ayudantes debe mejorar.
En el mismo sector, en el playón de La Marín, en el carril sur-norte, uno de los problemas de los pasajeros es la falta de paradas señalizadas. Los buses se estacionan cerca del paso cebra que está a la salida de la estación de la Ecovía, pero los policías no lo permiten.
Por esta razón, Carlos Jiménez debió correr para tomar un bus de la cooperativa Victoria para que lo llevara hasta la av. 9 de Octubre y Veintimilla. El empleado privado dijo que desde el pasado lunes, el número de pasajeros se ha incrementado en los buses, al menos en el que él toma a diario.
Ayer, Jiménez tuvo que esperar que dos unidades pasaran para poder subirse en una tercera. “Los carros vienen llenos y a veces me toca ir hasta en la puerta”.
En el Municipio se reconoce que el transporte público tiene inconvenientes y pretende realizar una redistribución de las rutas y las frecuencias de las unidades. El concejal Patricio Ubidia explicó que el problema de los buses se da por la falta de ordenamiento y de planificación. Según él, en la urbe existen circuitos que no se han modificado desde hace 50 años.
Para enfrentar este problema los transportistas pretenden implementar un plan donde se reordene a las unidades y se mejoren los tiempos. Sin embargo, según José Santamaría, presidente de la Cámara de Transporte, el reordenamiento de los buses urbanos deberá ir de la mano con un reajuste en el precio del pasaje.
En donde sí se ha tomado medidas para mejorar el embarque de pasajeros es en los corredores centrales. Aunque en los sistemas integrados del Trolebús, Corredor Central-Norte (Marín-Ofelia) y Ecovía no existen mayores inconvenientes.
Ayer, a las 07:45, la estación de La Ofelia se llenó de pasajeros, pese al incremento de unidades y horarios de salida de los articulados con mayor frecuencia. Las unidades circulaban en un intervalo de 1 a 2 minutos, pero la afluencia de personas que se moviliza desde las periferias es mayor. Por lo que aún se veían filas de pasajeros esperando buses.
Sin embargo, para Milton Yépez el cambio es evidente. Él llegó ayer a la estación norte del Corredor Central-Norte para dirigirse al sur de la urbe, a las 07:45. Todos los días toma ese sistema de transporte para trasladarse desde Calderón hasta La Concepción. “Antes del pico y placa las filas eran demasiado largas y uno debía esperar mucho más tiempo”. Yépez destacó la colaboración de la Policía Metropolitana, pues según él, hasta antes de la restricción, no había uniformados.
Esa misma organización se vio en la estación norte del Trolebús. Ahí 20 metropolitanos ordenaban el ingreso a los andenes para evitar aglomeración. Allí se retiraron los tubos que formaban las filas para los usuarios. En el Trolebús, Ecovía y Corredor Central-Norte, la Policía Metropolitana vigila el orden de las filas.
En el norte aún hay trancones
Las avenidas 6 de Diciembre, a la altura de Los Pinos, 10 de Agosto, en su extremo norte, y la De los Shyris se congestionaron ayer en la hora pico de la mañana. Esto ocurrió en el sentido norte-sur.
Lo mismo sucedió en algunos tramos de la 12 de Octubre. En sentido sur-norte hubo filas de autos a la altura de La Vicentina y en la Patria. La noche del martes también hubo trancón en la avenida Mariscal Sucre. El tránsito lento fue en sectores como El Bosque, Jefatura de Tránsito y San Carlos se observa congestión.
Esa misma noche, a las 18:50, cientos de conductores circulaban en el trayecto de sur a norte. Gran parte de la congestión se debió a que los semáforos en tres sitios detenían el flujo.
La lluvia empeoró el panorama, pues los choferes avanzaban a menor velocidad. Hubo poca presencia policial a lo largo de la vía. Solo se observaban uniformados en puntos de mayor fluidez de tránsito. Aunque, para Omar Sánchez, la congestión era mayor antes de la restricción vehicular.
Para este morador de El Condado, pese a que aún hay muchos vehículos la circulación mejoró. “Antes la avenida se saturaba demasiado”.