El paradero del conductor del bus que atropelló al entrenador Mauricio Álvarez aún es desconocido. La mañana de este lunes 26 de julio del 2021, el atleta fue velado en la Casa Girón, en el centronorte de Quito, y su sepelio estaba planificado para la tarde en Monteolivo.
Una foto del deportista se colocó junto al féretro. En la imagen, Álvarez vestía un traje de montañista y levantaba el pulgar de la mano izquierda. Alrededor había arreglos florales blancos y rojos, así como coronas con rosas. Los amigos, familiares, deportistas lo recordaban como una persona activa y alegre.
Su esposa, Miriam Pozo, recordó que la madrugada del sábado ella y su esposo vieron por televisión a “nuestro Richard Carapaz“, cuando ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio. “Lloramos, porque vimos esa emoción. Salió muy motivado a entrenar. Salió a las 06:15 de la casa; me dijo que regresaba temprano, a las 11:00, que solo iba a hacer bici, luego a trotar, porque estaba cerca de la casa. Ya no regresó”, dice la mujer, quien pide que no haya impunidad; la víctima dejó a su hija Leonela, de 9 años, en la orfandad.
“No es la primera vez que pasa esto, no es el primer deportista fallecido, sino muchos deportistas atropellados, golpeados”, enfatizó Miriam Pozo. “Pido justicia, que se aclare todo, que demos con la persona responsable que ni siquiera se condolió de dejarlo ahí, lo vio y lo dejó sin una ayuda; tal vez pudo haber tenido una oportunidad. Quiero pedir a la Policía que me ayude, porque esto no debe pasar ya más”.
A la altura del kilómetro 9 de la vía Collas – Tababela, Mauricio Álvarez fue arrollado por un vehículo. Según el parte policial, el accidente se produjo a las 10:00. La cuñada de la víctima, Lili Pozo, contó que Álvarez tenía rotos los huesos de las manos como si lo hubieran arrastrado unos metros durante el atropellamiento.
Tras el accidente, un amigo y los bomberos se comunicaron telefónicamente con Miriam para informarle sobre lo que ocurrió y ella se trasladó al lugar del accidente junto a su hija. Lo encontró sin vida tendido sobre la calzada.
Aparentemente el automotor invadió la vía y embistió a Álvarez de frente, según las primeras investigaciones. “Iba corriendo de subida, llegando al sitio en donde estaba parqueado su carro, le faltaban 200 metros para la llegada. Él terminaba su entrenamiento en esos momentos”, expresó la esposa.
El velatorio comenzó la tarde de ayer y acudieron cientos de personas que ingresaban por grupos para respetar el aforo de la sala. Pozo contó que el nuevo alcalde de Quito, Santiago Guarderas, acudió al sitio para darle el pésame.
También recibió llamadas de solidaridad de parte de los alumnos y otros atletas amigos de su esposo de Francia, Chile y otros países.