El feriado de Semana Santa llega a Quito con retos para el sector turístico

El artesano Luis López confecciona sombreros en un local ubicado en la calle Morales en La Ronda. Sus creaciones son parte de la oferta para los turistas en Quito durante Semana Santa. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

El artesano Luis López confecciona sombreros en un local ubicado en la calle Morales en La Ronda. Sus creaciones son parte de la oferta para los turistas en Quito durante Semana Santa. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO

La guía Mónica Guevara (i), en la tienda Ecuador Shop, en San Francisco, de propiedad de Martín Cevallos (d). Foto: Diego Pallero / El Comercio

Los clientes no llegan con la misma frecuencia que antes de la pandemia. Está a puertas la Semana Santa, una temporada que solía ser alta en lo que a turismo se refiere. Este 2021 es el segundo año que Quito recibirá esta época en medio de una emergencia sanitaria.

Aunque los visitantes son escasos, Luis López -tercera generación en su familia en el oficio de la sombrerería- a diario llega a La Ronda, donde crea y exhibe sus productos desde hace 11 años. Ha visto marcharse a varios compañeros. Al menos, el 80% de unos 100. Quedan 20 locales abiertos, incluyendo los de siete artesanos.

Quito Turismo contabilizó que solo durante la Semana Santa del 2020 la afectación al sector turístico fue de alrededor de USD 10 millones.

López, de 66 años, se aferra a mantener el oficio aprendido de su abuelo Alejandro, que en 1920, en Ambato, fue conocido como el ‘Sombrerero Mayor’.

Abre a las 10:00, de lunes a sábado, luego prepara los moldes, el material y trabaja en tres o cuatro modelos a la vez. La jornada se extiende hasta las 13:30 y la retoma a las 14:30, hasta las 17:00. Tiene una sucursal en la Olmedo y Benalcázar.

En la pandemia diseñó una nueva línea, con unos 30 modelos. Está generando un plan de negocios para exportarlos


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, en cambio, fue uno de los locales que cerró en el sector. Los propietarios, René Gutiérrez y Mayra Quishpe, llegaron al límite de su economía, pues un 80% de sus ingresos dependía de los turistas.

En la Semana Santa del 2019, según el Sistema Institucional de Indicadores Turísticos del Distrito, 88 950 visitantes ingresaron a Quito. En el 2020, el confinamiento estaba en ¬marcha y los ingresos fueron prácticamente nulos.

Gutiérrez y Quishpe se marcharon con una deuda elevada por arriendo del local. Sin embargo, con 20 años de trayectoria en la miel, se reinventaron.
Actualmente, tienen una nueva propuesta: ‘Bee Tour’. Son visitas guiadas a las colmenas, en Los Chillos, donde los visitantes conocen de la producción de la miel. Las personas pueden encontrarlos en redes sociales. En esta Semana Santa tienen varias dinámicas.

Otro negocio donde no se baja los brazos es la tradicional Heladería San Agustín, en una de las 17 casas más antiguas de la calle Guayaquil. Comenzó siendo una pulpería y en el siglo XIX cambió su concepto a confitería y dulcería.

En la Heladería San Agustín, su gerente, Andrés Chaguaro, se viste de monje para atender a los clientes. Foto: Diego Pallero / El Comercio.

El gerente, Andrés Chaguaro, exclama: “el Centro está muriendo”, refiriéndose a la falta de visitantes. Pero siendo la gastronomía quiteña el plus del local, empezaron con demostraciones de la preparación de la fanesca y explican el valor patrimonial que tiene. La meta: atraer a la gente.

En el 2019 prepararon 4 000 fanescas; en el 2020, 200. Esperan que ahora la cifra repunte.

La Heladería ha resistido más de un siglo y medio. Vio pasar La guerra de los cuatro días, derrocamientos de presidentes... Chaguaro revela el secreto para seguir firmes: evolucionar ante las circunstancias.

No obstante, la crisis hizo que hoy, el 50% del personal que laboraba antes de la pandemia no esté. Por el límite de aforo, las mesas pasaron de 26 a 10, en los tres pisos.

En el último nivel se adecuó una sala, para un grupo pequeño. Van, principalmente, quienes prefieren no estar en contacto con más gente. En la Heladería son estrictos con los protocolos de bioseguridad.

En el catastro quiteño constan 4 849 negocios turísticos, con corte al 28 de febrero de este 2021. Se incluye transporte turístico y alojamiento.

Los guías también son parte del sector y han visto el declive de sus ingresos. Mónica Guevara, por ejemplo, llega a San Francisco, desde donde cada año partía la Procesión de Jesús del Gran Poder.

Mientras visita un local de artesanías, en los bajos de la iglesia franciscana, califica de caótica a la situación del gremio. Deja en claro la necesidad de reformar normativas que les impiden trabajar de forma independiente. Solo pueden hacerlo, dice, contratados por operadores e instituciones.

Catalina Leiva, secretaria de la Corporación de Guías de Turismo del Ecuador (CGTE), detalla que la organización incluye a más de un centenar de miembros. Aunque, en general, en el país superan los 3 500.

En la Semana Santa 2020, por las restricciones, no tuvieron ingresos. “Luego de un año tenemos un 1% de reactivación de turismo internacional y un 2% local”, asegura.

Pese a todo, en el Centro hay operadores que promueven alternativas, como turismo urbano en bicicleta, rutas gratuitas, recorridos nocturnos, entre otras opciones.

Raúl García preside la Cámara de Turismo de Pichincha. Recuerda que Quito es la puerta de entrada al país y que el turismo, en un año normal, significa más de USD 800 millones de ingresos. Hoy, la hotelería no supera el 15% de ocupación.

La Semana Santa es una de las épocas en donde el turismo se podía potenciar. Ahora, la agenda oficial se traslada en gran parte a la virtualidad.
Habrá algunas actividades presenciales en la ruralidad y en el Centro Histórico.

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