El pedido de aplazamiento de la inauguración del Nuevo Aeropuerto Internacional de Quito, en Tababela, suma más votos de apoyo.
Para Humberto Baquero, presidente de la Junta Parroquial de Tababela, todavía hay que afinar detalles físicos y normativos antes de que empiece a operar la terminal. Por ejemplo, se debe modificar la ordenanza sobre la zonificación y el uso del suelo en las parroquias aledañas al aeropuerto.
“No todos los terrenos son espacios para urbanizar o son industriales, seguimos manejándonos con la ordenanza anterior”.
La ampliación de las vías también es un factor importante para esta parroquia, que tiene 2 823 habitantes. El ingreso a Tababela es compartido con el de la terminal aérea. Para Baquero, es necesario que se construya una vía exclusiva para la parroquia. “Con el incremento de vehículos y camiones que van a ingresar a la terminal, para los moradores se va a complicar el acceso y salida”.
Actualmente, en Tababela es más común mirar rótulos que anuncian la venta de terrenos y casas. En el sector se ha incrementado la plusvalía.
Sandra Garzón vive 40 años en la parroquia. Ella aseguró que sus vecinos están vendiendo sus propiedades con el fin de que allí se instalen negocios. “Si hay construcciones son de los propietarios que después van a vender o arrendar. Hay muchas ofertas para construir hoteles, restaurantes, bodegas y departamentos”.
Según Baquero, cuando se inició la construcción de la terminal, los terrenos se vendían hasta en USD 20 el metro cuadrado. Actualmente, el metro cuadrado sobrepasa los USD 65.
Ana Córdova tiene dos predios, de 800 y 4 500 m, que están a la venta. Los compradores le comentan que les interesa construir espacios para logística de las empresas, como cuartos fríos y bodegas. Sin embargo, el pedido de postergación de la inauguración genera desconfianza en los empresarios para invertir en un negocio grande en el sector. “Han aplazado en varias ocasiones. Los empresarios no quieren perder sus inversiones en construir algo que no se va a utilizar”.
En los alrededores del actual aeropuerto, los propietarios de algunos negocios apoyan la prórroga que solicitan los empresarios.
Desde hace siete años, en la av. Amazonas, funciona el restaurante El Vira Vuelta. El 95% de su clientela corresponde a los pasajeros de la terminal aérea. Su horario de atención es de 07:00 a 21:00. Para Julián Duque, uno de sus propietarios, que el aeropuerto se quede unos meses más es una oportunidad para continuar con su negocio. El jueves hasta las 10:00 vendieron 50 desayunos.
Duque prevé hacer cambios en la infraestructura y en el menú para atraer nuevos clientes, cuando ya no esté el aeropuerto.
Similar opinión tuvo la administradora del Hotel Aeropuerto, que prefirió la reserva de su nombre. Allí están habilitadas 80 habitaciones, que en temporada alta están repletas. Los huéspedes son los viajeros de la terminal. “Aún no sabemos qué vamos a hacer cuando el aeropuerto se vaya a Tababela”.
Galo Palis Núñez, dueño del Hotel Galápagos, indicó que con la salida del aeropuerto perderá el 50% de sus clientes.
Para Johana Schubet, operadora de Localiza Rent a Car, si la terminal se traslada no hay las condiciones para la movilización de los clientes, porque las vías Interoceánica y la E35 no están listas.
El 80% de sus clientes son extranjeros y turistas, la empresa tiene dos oficinas frente al aeropuerto, cuentan con una flota de 50 carros, la tarifa más económica es de USD 72,53 el día.
Ana Estrella, de la empresa Hertz, que también renta autos, dijo que no solo los clientes se verán afectados. El personal hace turnos de 07:00 a 22:00. “En Tababela nos tocará salir por lo menos con dos horas de anticipación”. En el arribo internacional, Asís Sevilla, Roger Campoverde y Luis Torres, de la compañía de transporte turístico Achupallas, ven beneficiosa la postergación de la mudanza.
Eso les permitirá laborar unos meses más en el Mariscal Sucre, porque ellos no irán a Tababela. Ellos pagan USD 5 000 al mes a Quiport para poder operar dentro del aeropuerto. Cada uno de los 15 miembros de Achupalla realiza entre dos y cinco salidas al día, en temporadas altas ganan hasta USD 50 diarios. “Después nos tocará buscar por otro lado”, se lamentaron.
Para los transportistas que brindan el servicio hacia las parroquias nororientales, el aplazamiento no incide en su trabajo.
Geovanny Carvajal, gerente de la Compañía Sotranor, comentó que no se verán afectados, porque ellos operan desde hace nueve años y ya tienen pasajeros fijos.
Actualmente, las 169 unidades salen con una frecuencia de dos minutos desde la terminal ubicada en la av. Río Coca. El costo del pasaje es de USD 0,68.
Gino Descalzi, presidente de Expoflores, mencionó que los asociados respetarán la decisión que tomen las autoridades sobre este tema. Aún no cuentan con los costos que implicará el traslado de la mercadería a la nueva terminal. Sin embargo, disponen de un plan para continuar con la exportación de las flores. “Aún hay temas pendientes que se deben concluir, antes de inaugurar las operaciones en Tababela”.
El pedido
Las cartas. Los sectores hotelero, de servicio de carga y aerolíneas solicitaron aplazar la operación del Nuevo Aeropuerto Internacional de Quito, prevista para el 12 de octubre.
La decisión. El alcalde Augusto Barrera se reunirá el lunes con representantes de las empresas involucradas. En la cita se definirá si se acepta o no la postergación en la inauguración.
Las obras. La construcción registra un avance del 98%.
Clic aquí para ver la infografía
[[OBJECT]]