Con una sonrisa y con aliento a licor de días, Gonzalo Vicente Vargas esperaba, en la mañana de ayer, su traslado al Centro de Contraventores de Quito, ubicado en la av. 24 de Mayo, en el centro. Allí pasará 10 días y, además, tendrá que pagar una multa de USD 4, por prender una fogata en una vereda.
Lo hizo en la noche del martes, a las 23:00. El Cuerpo de Bomberos recibió la llamada de una moradora del sector de Gualo, en el norte de la urbe. Ella informó que un hombre estaba prendiendo una fogata en una de las veredas que bordean la avenida Simón Bolívar.
A los pocos minutos, los bomberos llegaron al sitio y se encontraron con una fogata de 2 metros de altura. A lado estaba Vargas, acostado y tratando de calentarse del frío de la noche. Las llamas se acercaban a unos matorrales y con el viento podían avivarse y producir un incendio.
Los bomberos llamaron a la Policía para que lo detengan. Según Vargas, la fogata la provocaron unos jóvenes que se bajaron de un carro y le invitaron a “calentarse” y tomar unos tragos con él. Esta versión no le sirvió de justificación. En la audiencia de flagrancia, realizada la mañana de ayer, el juez quinto de Contravenciones de Pichincha, Fulton Bahamontes, lo sentenció.
El funcionario sostuvo que según el art. 25 numeral 2, de la Ley de Defensa Contra Incendios, esta acción está catalogada como una contravención.
“Hay que tener cuidado con estos pequeños incendios producidos por personas, porque son los que producen los grandes fuegos como el de Puembo y eso hay que castigar. Las desgracias con estas fogatas están a la vuelta de la esquina, esa es una realidad”.
Con la voz entrecortada, Vargas, mirando a todos lados, afirmaba que tiene 61 años. Vive por El Labrador y se dedica a la cerrajería.
En otra audiencia de flagrancias, la jueza IV de Garantías Penales de Pichincha, Eliana Carvajal, dispuso la prisión preventiva de Segundo T., por incendio y otras destrucciones. Él fue detenido por la Policía, el martes pasado, en las faldas del Ilaló.
En el parte policial consta que la causa de la detención es por presunción de piromanía. El inculpado es un agricultor de la zona, de 60 años.